El mal del turista...
Muchas veces, cuando viajamos y nos encontramos frente a frente con esos monumentos, esas maravillas y esas obras de arte que tantas veces hemos visto en fotografías, nos olvidamos de lo frágiles que pueden llegar a ser. Y, precisamente por eso, acabamos siendo la causa de su deterioro. Te dejamos las pruebas de ello.
Homo homini lupus. O, lo que es lo mismo, el hombre es un lobo para el hombre. Esa locución latina lleva definiéndonos siglos y siglos, y continuará haciéndolo mucho tiempo más. La raza humana es la mayor enemiga de los propios humanos, así como de las maravillas que somos capaces de crear y de la misma naturaleza. Muchas veces no somos conscientes del daño que infringimos a nuestras creaciones, así como a nuestro hogar y al resto de seres vivos que lo habitan. No sólo hablamos de lo evidente, de las guerras y las masacres, sino de muchos más detalles que generalmente suelen pasarse por alto.
Por ejemplo, ¿sabes que hay un gran número de maravillas naturales y de monumentos históricos que están condenados a desaparecer precisamente por la acción del hombre? Los lugares más admirados del mundo están sufriendo nuestra falta de cuidado, así como nuestra inconsciencia, y esto puede acabar en una enorme tragedia. Hoy te traemos las pruebas de que esto es real, aquello que los turistas ya hemos destrozado o estamos en proceso de hacerlo. Quizá leyendo este artículo logremos ser más conscientes del daño que podemos hacer y seamos más cuidadosos en el futuro.
La Gran Muralla China
Una de las mayores maravillas de nuestro planeta, uno de esos lugares que todo el mundo quiere visitar alguna vez, podría quedar reducido a cenizas antes de lo que imaginamos. La enorme presencia de turistas, su falta de cuidado y, por supuesto, el paso del tiempo están provocando que algunos tramos lleguen incluso a derrumbarse.
El David de Miguel Ángel
Parece mentira, pero el David de Miguel Ángel es una de las obras de arte que más ha sufrido a lo largo de los años. Además de ser apedreada durante uno de sus traslados, lo cual provocó arañazos en la escultura, ha sufrido numerosos percances. De hecho, se llegó a romper uno de sus dedos, que tuvo que se reconstruido.
Templos de Angkor Wat
¿Qué se le pasa a una persona por la cabeza para decidir hacer un graffiti en las paredes de un templo milenario? Aunque suene verdaderamente imposible, esta es una de las barbaridades que ha tenido lugar en los templos de Angkor Wat, en Camboya. Además de la erosión y de otros problemas, se están enfrentando al vandalismo, que está destrozándolos poco a poco.
Acantilados de Moher
Otro de los lugares de nuestro planeta, en este caso una maravilla natural, que está viviendo en sus propias carnes el terror del vandalismo son los acantilados de Moher, en Irlanda. Seguramente habrás visto decenas de fotos del lugar y te habrás enamorado de él, pero te sorprenderá saber que podrás encontrar graffitis en sus rocas. Terrible.
Isla de Pascua
La Isla de Pascua es el típico destino que aparece en todas y cada una de las listas de imprescindibles para viajeros de todo el mundo. Uno de sus principales atractivos son las enormes esculturas que aparecen a lo largo y a lo ancho de la misma, las cuales están siendo erosionadas por la enorme presencia de turistas.
Pico de Pato
Más conocida como The Duckbill, esta enorme estructura era una de las rocas más icónicas de Estados Unidos. Y decimos ‘era’ porque fue derrumbada por unos turistas, que decidieron que lo mejor que podían hacer era empujarla, hasta que la roca cayó y de destrozó por completo. Una obra más de vandalismo.
Machu Picchu
Al igual que ocurría con la Gran Muralla, las ruinas del Machu Pichu también están sufriendo las consecuencias del turismo masivo. La falta de cuidado de algunos viajeros está provocando que estos monumentos milenarios estén sufriendo daños y que se tema, incluso, por su integridad en un futuro.