FAROS
Viajamos hasta dos faros tan importantes por su utilidad como por los lugares del mundo en los que fueron construidos: A Costa da Morte, en Galicia, y la isla de El Hierro, en las Canarias.
Hasta el año 1492 los grandes navegantes lo tenían claro, el fin del mundo que conocían lo marcaban el Faro de Finisterre, en Galicia (ya era el fin del mundo conocido para los romanos) y el Faro de Orchilla en la isla de El Hierro en las Islas Canarias. Ese año Colón llegó a América (aunque el pensó que llegaba a las Indias) y todo cambió pero esa es otra historia.
La historia que hoy queremos contaros es la de dos faros que, sin duda, querréis visitar si viajáis a Galicia o a Canarias, el Faro de Finisterre y el Faro de Orchilla, en la isla de El Hierro.
El Faro de Finisterre no es el más antiguo del mundo, aunque el faro más antiguo del mundo todavía hoy en funcionamiento no queda lejos de aquí, es la Torre de Hércules, en La Coruña; pero, sin ser el faro más antiguo, su ubicación sí es de notable importancia, hablamos de Finisterre (el fin de la tierra), el fin del mundo conocido, el fin de la tierra, para los romanos.
El faro se construyó en 1853 y mide 17 metros de alto, su luz, ubicada a 143 metros sobre el nivel del mar, es visible a más de 23 millas náuticas de distancia; pero estamos en la costa atlántica gallega, donde la fiereza del mar confluye a veces con la del clima, de ahí que este faro no sólo ilumine la costa advirtiendo a los navegantes de su ubicación sino que, para hacerse notar incluso en los días de intensa niebla, cuenta también con una sirena que viene funcionando desde el año 1888, una sirena que tiene además nombre propio: la vaca de Fisterra.
¿Otras curiosidades de este faro? Es, probablemente, el más visitado de Europa y, con total certeza, el más cercano a América (porque es el faro más al oeste de Europa).
El Faro de Orchilla es todavía más moderno que el de Finisterre, fue inaugurado en 1933, pero como sucede con el faro gallego, está ubicado en una zona cartografiada desde la antigüedad, de ahí que afirmemos que hasta 1492 (hasta el Descubrimiento de América) representara, como Finisterre, el fin del mundo conocido.
La luz de este faro, que es el edificio civil más importante de la isla de El Hierro, es visible a 75 millas náuticas; la importancia e este faro no es sólo su funcionalidad sino también su edificio porque se trata de una construcción monumental; como el de Finisterre, está construido en piedra de cantería.
Alguna curiosidad no poco interesante de este faro: está ubicado en el lugar elegido por los franceses para establecer el Meridiano Cero hasta que en 1885 fue reubicado en pueblo inglés de Greenwich; además los amantes del turismo astronómico gozarán aquí de un cielo limpio y un suelo libre de contaminación lumínica…