SAN VALENTÍN
Solemos pensar en Capri más como destino de verano que para San Valentín pero lo cierto es que Capri es la isla de los enamorados y cuenta con un lugar en el que es obligatorio besarse.
Capri es uno de los destinos mediterráneos por excelencia, a esta isla la precede su fama como lugar espectacular perfecto para disfrutar del verano pero lo cierto es que es ideal durante todo el año y, gracias no sólo a su belleza sino también a las leyendas románticas asociadas a ellas y a alguna que otra propuesta específica es un destino inmejorable para disfrutar de un viaje para dos…
Si nos pusiésemos a contarte todas las leyendas románticas asociadas a la isla de Capri este artículo sería excesivamente largo así que solo vamos a recordar dos que nos llevan a lugares concretos e imperdibles de Capri:
Los enamorados en los Farallones
La leyenda romántica de los Farallones de Capri es la triste historia de Marina y Angelo (los Romeo y Julieta locales…): estos dos enamorados provenían de familias rivales (los Capuleto y los Montesco de Capri…) y se veían secretamente en los farallones de Capri, fue allí donde se prometieron amor eterno; y fueron fieles a su promesa pero no porque huyeran del destino impuesto por sus familias sino porque los pilló una tormenta entre los farallones… Cuentan que si se pone mucha atención todavía se escuchan sus voces entre los farallones.
La leyenda de la Gruta Azul
Esta gruta, uno de los lugares más famosos de Capri, cuenta con una leyenda romántica difícilmente superable: fue aquí, en este preciso lugar, donde la ninfa Náyade se enamoró de Helios, el dios del sol y él le correspondió haciendo brillar el sol (brillando él mismo…) sobre la gruta iluminándola para siempre; por eso esta gruta es no sólo un lugar precioso sino un símbolo del amor eterno.
Además de leyendas románticas Capri nos ofrece propuestas, por no decir órdenes y mandatos, de lo más romántico… En el Faro de Punta Carena (concretamente en el mirador que hay junto a él que es el Mirador de Belvedere del Sognatore), por ejemplo, besarse es obligatorio, como lo lees, y no porque lo diga una leyenda o te vaya a partir un rayo si no lo haces, hay un cartel a modo de señal de tráfico que te lo recuerda y, ciertamente, a la vista del Mediterráneo desde este lugar e incluso a la vista del propio faro, en funcionamiento desde el S.XIX, resulta fácil ser obediente y cumplir la orden de la señal (si viajas con la persona a la que quieres besar, claro… y cuídate de que sea la persona adecuada especialmente si ya ha caído el sol y brilla la luna porque, según otra de las leyendas de Capri, quienes se besan en sus costas bajo la luz de la luna están destinados a permanecer juntos para siempre).