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Europa

Una fascinante villa en la Toscana

En Il Salviatino, en Florencia, se puede dormir en un invernadero
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La Toscana es uno de los destinos predilectos de aquellos que quieren saborear la cocina, cultura y naturaleza mediterránea con calma y tranquilidad. En esta zona de Italia, el reloj parece avanzar más despacio, sin prisa por marcar la hora. Y este espíritu se contagia casi sin quererlo al visitar cualquiera de sus pueblos y localidades. Dicen que el sol de la Toscana, los aromas de sus campos y la hospitalidad de sus gentes son únicos, ¿aún no has descubierto si es cierto? Situémonos en Fiesole, en lo alto de una colina desde la que se tienen unas extraordinarias vistas, verdes y doradas, del espectacular paisaje que le rodea. Es en este lugar, a poco más de 15 minutos de Florencia, donde se encuentra el hotel Il Salviatino. A simple vista parece una villa renacentista privada, creada únicamente para el deleite y disfrute de alguna familia privilegiada. Y, no más lejos de la realidad, puesto que esta mansión fue construida en el siglo XV con esa finalidad y, siglos después, se ha convertido en un hotel del que puede gozar cualquier turista que desee alojarse en él. Solo es necesario tener ganas de relajarse, respirar y empaparse del ambiente tan característico que inunda Il Salviatino, un alojamiento de auténtico lujo. Un adjetivo que se ha ganado a pulso, con pequeños detalles encantadores, con su distribución, su cuidada decoración y unas instalaciones de verdadero capricho. El hotel Il Salviatino es un lugar del que enamorarse, una villa de ensueño que sería la segunda residencia perfecta de cualquier sibarita. Tiene 45 habitaciones, 22 de ellas suites. Il Salviatino resume a la perfección toda su historia a través de la decoración. En él se pueden encontrar frescos del siglo XIX, muebles de principios del siglo XX e incluso piezas y obras contemporáneas escogidas con gran acierto. Una vez dentro de los límites de Il Salviatino, es tal la belleza que desprende que el exterior pasa a un segundo plano. El estilo barroco se mezcla con el minimalismo convirtiendo cada espacio en un acogedor rincón. El hotel está rodeado de bellos jardines, por los que se puede pasear y en los cuales se encuentran sus piscinas, abiertas desde abril a octubre. Los turistas pueden alojarse en cualquiera de sus habitaciones con la seguridad de que acertarán pero, sin duda, una de las estancias más increíbles son sus Green House Suites. Estas suites están situadas por debajo de los jardines italianos y construidas dentro de los antiguos invernaderos de la villa. La luz natural entra por sus paredes de vidrio creando una atmósfera muy especial en estas habitaciones de unos 100 metros cuadrados, sin mencionar las vistas que se tienen desde ellas. El restaurante reinventa en cada uno de sus platos las recetas tradicionales de la Toscana, elaboradas con ingredientes frescos que se pueden degustar en el interior o en la terraza con vistas a los jardines. Mientras que el Spa ofrece una dosis extra de relajación, por si la estancia en el hotel no fuera suficiente. En él se utilizan productos y aromas de la casa de perfumes Dr. Vranjes, una de las más conocidas y tradicionales de Florencia. Máquinas de café Nespresso, ropa de cama de lino hecha a mano en la Toscana y un sinfín de detalles que ya le han valido premios y reconocimientos internacionales a Il Salviatino y que hacen de él un hotel idílico.