PORTUGAL
Dicen que abrazar árboles es un hábito saludable… Y no hay que viajar al invierno finlandés para disfrutarlo.
En Finlandia han hecho de abrazar árboles una moda y hasta un concurso del que ya hemos hablado en Viajestic en alguna ocasión pero resulta que esta práctica no es exclusiva de este país nórdico que, ahora que llega el invierno, nos invita más a visitar el pueblo de Papá Noel en Laponia finlandesa o a disfrutar de sus saunas y auroras boreales, hay otros lugares del mundo que también se han sumado a esta práctica y uno lo tenemos cerca: Portugal.
Además, esto de abrazar árboles en Portugal tiene un encanto especial porque no hablamos de un bosque cualquiera sino de los alcornocales milenarios de el Algarve; estos bosques está en el interior del Algarve, una zona por la que pasamos raudos y veloces rumbo a la costa cuando visitamos el sur de Portugal en verano pero que el resto del año, cuando las temperaturas, aun sin ser excesivamente frías, no animan a zambullirse en el Atlántico y sí a pasear entre alcornocales.
Esta zona de Portugal, el interior del Algarve, se mueve entre lo rural y lo industrial porque los bosques de alcornocales alimentan una importante industria, la del corcho, de hecho además de gozar del senderismo y del saludable hábito de abrazar árboles, del que hablaremos con algo más de detalle a continuación, también podrás visitar alguna fábrica de corcho tradicional y descubrir una tradición que se remonta siglos atrás; la ecofábrica Eco Cork Factory permite visitas guiadas para descubrir no solo como producen sus famosas planchas de corcho natural sino también los diferentes usos de este material.
Pero hablábamos de abrazar árboles, una actividad todavía suena extraña a mucha gente pero que quienes prueban tienden a repetir ¿por qué? Porque sus beneficios están ya científicamente probados: mejora el estado de ánimo, fortalece el sistema inmune, incrementa la autoestima, facilita la relajación de los músculos… Los abrazos son siempre saludables, tanto los que das como los que recibes y abrazar árboles te recarga de energía además de ser un complemento perfecto a una ruta de senderismo en entornos naturales.
La Sierra de Caldeirao, poblada por los famosos alcornocales milenarios del Algarve, es precisamente un entorno natural perfecto para disfrutar de estas dos actividades: senderismo y abrazar árboles, puedes hacerlo a través de varios recorridos entre los que cabe destacar dos: el Recorrido de la Reserva y el Sendero de Ribeira de Alportel.
El Recorrido de la Reserva se compone de caminos forestales que cruzan bonitos cerros hasta llegar al pueblo e Feiteria, allí podrás visitar el centro de interpretación de la Reserva y maravillarte ante dos de los alcornoques más grandes que podrás ver en ella; en esta reserva, además, los alcornoques no están solos, se trata de un bosque de eucaliptos, madroños, sauces y pinares además de algunas plantaciones de vid; ahora bien, estás en tierra de alcornocales y abrazarlos es abrazar una tradición centenaria de la que vive todavía hoy en día el interior del Algarve.
El Sendero de Ribeira de Alportel recorre paisajes rurales y está bordeado de alcornoques, verás algún lavadero público, algún pozo, casas antiguas, molinos de agua e incluso de viento… y disfrutarás de preciosas vistas panorámicas de las laderas soleadas en las que crecen pinos, fresnos, chopos y algarrobos además de alcornoques.