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América Norte

Fogo Island, para quienes de verdad quieren perderse

Una isla que disfruta de siete cambios de estación, entre Canadá y el Polo Norte.
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Fogo Island es un lugar para huir del mundanal ruido, para abandonar los ritmos acelerados en los que vivimos y dejarse arrullar por los que marca la madre naturaleza; es además un paraje bello que anima a la contemplación y al más absoluto relax, un rincón del mundo de siete estaciones entre la costa canadiense y el polo norte; un paraíso de 25 kilómetros de largo y 14 de ancho. Esta tierra lejana ofrece un rostro diferente y se vive de un modo igualmente distinto en función de la estación en que la visites: el invierno ocupa los meses de diciembre a febrero y, durante su estancia, los isleños suelen retirarse al interior de la isla; es el tiempo de disfrutar el calor interior y las largas veladas de lectura junto a la chimenea pero también de avistar olas, esquiar y vivir el frío. Marzo vive la estación de hielo, es el tiempo de patinar y pescar, observar al caribú esquiar y dar uso a las raquetas de nieve. En abril y mayo es primavera y las posibilidades de la isla se multiplican: podrás caminar y caminar o rodar en biclicleta, acercarte a la costa para sorprerderte ante la impresionante vista que son los icebergs, las olas son también un espectáculo digno de ver en este tiempo y los caribú y su soberbia cornamenta se dejan ver. Trap Berth -junio- es la siguiente estación y las actividades que ofrece son similares a las de primavera pero con mayor calidez y sumando además el avistamiento de pájaros y sabiendo que es el tiempo de ahumar el pescado y coleccionar piedras; llegamos así al verano, que ocupa los meses de julio y agosto, prepárate a seguir caminando y rodando, a echar el kayak al mar, a pescar o nadar en el océano y a visitar las islas vecinas; las noches se viven junto a la hoguera y es también tiempo de ocupar los jardines además de disfrutar de los festivales de música. Durante el Berry y Late Fall -nuestras dos últimas estaciones- las actividades a llevar a cabo son similares aunque en Berry las vivirás con algún grado más de calidez: volverás a pasear la isla, ahora para recolectar bayas y ampliar la colección de piedras, visitarás las pequeñas islas vecinas y seguirás lanzando el kayak al mar; conocerás el ahumado del pescado y también la preparación de las conservas, y, como actividad única, sorprenderte, imperdible... verás la aurora boreal. Y ahora que ya sólo te queda decidir estación para conocer esta sorprendente isla, déjanos recomendarte un hotel que hará de tu viaje una experiencia inolvidable: Fogo Island Inn. Dicen que las casas de Fogo Island tienen alma porque están hechas a mano y a medida por quienes las habitan y este hotel tan sorprendente, nórdico, bello, minimalista y también vanguardista, también afirman que su interior tiene alma y que ésta entra en ti cuando los visitas; se trata de un espacio cálido en el que la artesanía cobra valor, sus 29 suites son como 29 nidos o 29 pequeños hogares que acogen y abrazan con vistas al Atlántico Norte. Cada pieza silla, cada pieza decorativa y cada textil son hechos a mano.

Innovating the future comes from preserving our history.
En Fogo Island Inn están convencidos de que la innovación necesaria para dirigirnos hacia el futuro comienza en la conservación de la historia, en las raíces y el pasado; con este enfoque han construido un espacio que acoge artistas de campos tan dispares como la pintura o la gastronomía, la geología, el diseño o la arquitectura; es un lugar inspirador que regala tiempo y tranquilidad para que la creatividad florezca. En la sala de cine y la biblioteca de este hotel encontrarás un extra de inspiración; y en el restaurante -reconocido como uno de los mejores de Canadá- un deleite para tu boca. Un pequeño gran destino para quienes parar el mundo por unos días y bajarse de él...