América Norte
Dicen de él que sus ojos azules transmitían serenidad, su altura imponía respeto y sus costumbres tradicionales le convertían en un ciudadano ejemplar. Y que, a pesar de haber recibido una educación básica durante su infancia, su tenacidad, valía y visión le llevaron a convertirse en el primer presidente de los Estados Unidos de América a los 57 años de edad. Hablamos de George Washington, un hombre que marcó la historia de un país e influyó en la política del mundo entero. En 1793 fundó la nueva capital federal, que se bautizó como Washington en su honor, y fue allí donde años después su sucesor instalaría la residencia presidencial. Siglos más tarde, la ciudad de Washington ha cambiado enormemente pero continúa siendo el epicentro de toda la política estadounidense. En la ciudad se respira solemnidad, tradición y mucha, mucha seguridad. Si hubiera que destacar una de las cualidades de Washington D.C. sin duda sería que cada uno de sus edificios y su atmósfera sintetizan toda la esencia de Estados Unidos. Contemplar el Pentágono, admirar la Casa Blanca en el 1600 de la calle Pensilvania, el Capitolio, el obelisco de mármol blanco de casi 170 metros, la mirada pensativa de Lincoln, el cementerio de Arlington o el Franklin D. Roosevelt Memorial son paradas obligatorias para todos aquellos que decidan visitar la capital del país. Y es entre este ambiente de blancos impolutos y columnas imponentes, donde se sitúa un hotel estrechamente ligado a la ciudad no solo por su nombre, sino también por su decoración. El The George, a Kimpton Hotel es un alojamiento elegante, sobrio y con una original personalidad. Un hotel que, hace más de dos siglos, bien podría haber sido la sede de actos para recaudar fondos o haber acogido bailes y mítines políticos. The George Hotel se encuentra al lado de Union Station y a poco más de tres kilómetros de la Casa Blanca y la zona de Capitol Hill. El hotel cuenta con 139 habitaciones y suites que cautivarán a todos sus huéspedes por su exquisita decoración y sus cuidados detalles. En el hall del George Hotel se pueden encontrar cuadros de inspiración pop art que hacen referencia a la historia americana y que combinan a la perfección con su decoración moderna y de diseño. En sus suites podemos encontrar detalles verdaderamente únicos que homenajean de una forma elegante y distinguida al primer presidente de los Estados Unidos. En sus paredes a modo de decoración aparecen plumas similares a la que utilizó para firmar la Declaración de Independencia, las camas están decoradas por cojines que simulan chaquetas abotonadas y el papel de sus paredes es la caligrafía del presidente. Los tonos crema, blancos y azul marino predominan en todas las estancias, convirtiéndolas en auténticos refugios de comodidad Además, los huéspedes pueden disfrutar de su restaurante, su bar para tomar un cóctel o una copa, su gimnasio, utilizar sus salas de reuniones o solicitar un tratamiento o masaje en su propia habitación. Si George Washington tuviera un hotel… sin duda se parecería mucho al The George, a Kimpton Hotel.