ITALIA
Viajamos a Italia para conocer la sorprendente historia que esconde una de sus construcciones más significativas, la Cartuja de Pavía.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la zona norte de Lombardía, a unos pocos kilómetros de la ciudad italiana de Pavía. Allí encontramos una construcción verdaderamente sorprendente que, desde luego, no deja indiferente a nadie. ¡Es sencillamente espectacular!
Estamos hablando, cómo no, de la Cartuja de Pavía (o Certosa di Pavia). Se trata de un imponente monasterio italiano que se construyó entre los años 1396 y 1464. Tal es su espectacularidad que, inevitablemente, es considerado como el monumento más importante en cuanto a gótico tardío italiano se refiere.
El lugar escogido para su construcción no es producto de la casualidad, puesto que se trata de un sitio verdaderamente estratégico. Al fin y al cabo, está a mitad de camino entre Milán (capital del ducado) y Pavía (segunda ciudad en cuanto a importancia se refiere). De hecho, en esta última ciudad estaba la sede de la corte, concretamente el impresionante Castillo de los Visconti.
Lejos de que todo quede ahí, debemos tener en cuenta que esta espectacular Cartuja de Pavía es un claro resultado de diversas tensiones políticas. Todas ellas, estrechamente vinculadas por nuevas aspiraciones y hasta ciertos ideales políticos que tienen como figura principal a Gian Galeazzo.
No podemos olvidar que él fue quien, en 1385, dio un Golpe de Estado con el que derrocó a Bernabò, su tío, y consiguió su objetivo de reunir bajo su mando todos los dominios Visconti. Además, el que era considerado como el nuevo señor de Milán, no solamente residió sino que optó por mantener la corte en Pavía.
Tan solo un año después, los milaneses dieron el paso de reconstruir la Catedral de Milán. A pesar de todo, cada vez eran más evidentes las tensiones entre Gian Galeazzo y los jefes de la construcción. El objetivo de Galeazzo era transformar esa Catedral en nada más y nada menos que un mausoleo para la dinastía. Es más, llegó a colocar el monumento funerario de su padre en el mismo centro de la Catedral.
Una decisión que generó muchísima controversia, puesto que la gran mayoría de milaneses estaban en desacuerdo. Así pues, se obligó en cierta manera a que Gian Galeazzo tomase la decisión de crear una obra destinada a la dinastía Visconti: la espectacular Cartuja de Pavía.
Para hacer efectivo este deseo, contó con varios trabajadores y altos cargos que estaban a los mandos de la construcción de la Catedral de Milán. El Duomo se había convertido en la iglesia del pueblo, pero también de los nobles y comerciantes de la ciudad. La Cartuja de Pavía, en cambio, era la viva expresión del Ducado, esa nueva forma estatal que marcó un antes y un después.