ALEMANIA
Viajamos hasta Alemania para conocer la sorprendente e impactante historia que esconde la preciosa Catedral de Espira.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Alemania, concretamente a la preciosa ciudad de Espira. Allí encontramos un gran número de rincones, monumentos y construcciones verdaderamente especiales y de ensueño. Un claro ejemplo lo encontramos en su Catedral, construida bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción y San Esteban.
No estamos ante una edificación cualquiera, puesto que se trata de una de las más destacadas en cuanto a arquitectura románica se refiere. Es más, tras la destrucción de la icónica Abadía de Cluny en el marco de la Revolución francesa, esta Catedral situada en Espira es el edificio románico en pie más grande de todo el mundo. Entre sus numerosos elementos a destacar, este edificio cuenta con una galería de columnas que rodea todo el perímetro de la Catedral. ¡Muy curioso!
Su construcción comenzó en el año 1030, coincidiendo con el reinado del emperador Conrado II. Estas obras fueron seguidas por Enrique III el Negro, su sucesor, y no se finalizaron hasta el año 1061, cuando Enrique IV todavía era menor de edad. Por lo tanto, la Catedral se completó cuando el nieto de Conrado II estaba en el poder.
A lo largo de la historia, esta construcción y sus alrededores han sido testigos de numerosos acontecimientos. Un claro ejemplo lo encontramos en 1146 cuando San Bernardo de Claraval visitó la ciudad con el objetivo de convencer al Rey Conrado III para emprender una cruzada. Tiempo después, en 1193, el Rey Ricardo Corazón de León de Inglaterra fue entregado como prisionero del duque Leopoldo de Austria al emperador Enrique VI. Esto ocurrió, precisamente, frente a la Catedral.
Uno de los hechos más destacados en la historia de la Catedral de Espira nos hace viajar al año 1689. Por aquel entonces, los soldados del Rey Luis XIV de Francia quemaron esta construcción prácticamente en su totalidad. Y es que destruyeron gran parte de su estructura, y hasta profanaron las tumbas de los numerosos emperadores alemanes que fueron enterrados en ese lugar sagrado.
Durante los años 1772 y 1784, esta Catedral de Espira fue restaurada y se añadieron tanto el vestíbulo como la fachada. A pesar de los esfuerzos, en 1794 volvió a ser profanada por los franceses. Entre 1846 y 1856 se restauró a fondo, añadiendo diversos frescos en su interior. El Rey Luis I de Baviera sufragó los gastos de estas obras.
Con el paso de los siglos, este templo fue adquiriendo una gran relevancia a nivel mundial, sobre todo en las décadas de los 80 y 90 del pasado siglo. En 1981, esta Catedral de Espira pasó a formar parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Además, el canciller alemán Helmut Kohl visitó este templo junto a varios jefes de estado, entre los que se encontraban Margaret Thatcher y George Bush padre. Por si fuera poco, el conocido como Réquiem por Helmut Kohl (al que llegó a asistir el propio Bill Clinton) llegó a ser retransmitido en televisión, y seguido por más de 2,5 millones de espectadores. ¡Una locura!