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Hotel Fabric, espíritu industrial en París

De fábrica textil a hotel boutique de cuatro estrellas
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París, la ciudad que atrae a tantos enamorados año tras año, la misma que cautiva a millones de personas con sus luces y los paseos a orillas del Sena. La capital francesa desprende un encanto especial a cada esquina, sus terrazas, su comida y las calles en las que, casi como si de una película se tratase, de repente se escucha tocar en un acordeón la infalible La vie en rose. Un clásico entre clásicos, sí, pero también una opción perfecta para un fin de semana o unas vacaciones, en pareja o en familia. Además, París es una ciudad repleta de alojamientos singulares a los que acompaña una arquitectura muy cuidada y también valorada por sus habitantes. Encontrar un hotel bonito y especial en París es relativamente sencillo, pero encontrar uno que sea excepcional, requiere buscar un poco más. El Hotel Fabric es uno de los que se podría clasificar en este segundo grupo. Sus cuatro plantas se dividen entre zonas comunes y 33 habitaciones en las que se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Está situado en el barrio Oberkampf, en el 31 de la rue de la Folie Méricourt, una zona tradicionalmente obrera. Y esto se evidencia en la estética que presenta el edificio desde su misma fachada hasta su interior. Las paredes de ladrillo, los espacios amplios, las columnas y las grandes ventanas son algunas de sus señas de identidad. El espíritu industrial se respira en cada espacio del hotel y es que el edificio que hoy ocupa el Hotel Fabric era antiguamente una fábrica textil. De su pasado queda el carácter creativo de sus muebles, los accesorios que han sido elegido con mucho cuidado y acierto, y los detalles que combinan algunas piezas recuperadas del taller de la época con mobiliario de diseño. Los tejidos que tapizan algunos de los muebles son de extraordinaria calidad y crean un contraste que consigue a la perfección un ambiente lujoso y exclusivo pero a la vez al alcance de casi todo el mundo. El chic parisino ha sido llevado a su máxima expresión en el Hotel Fabric y sus clientes lo pueden atestiguar con solo entrar en su recepción. Hay cuatro tipos de habitaciones: Club, Superior, Deluxe y Top Floor, todas tremendamente cómodas y con un estilo inconfundible. Son espaciosas y aúnan la elegancia de unos baños con azulejos de cemento con la sofisticación de gráficas y telas preciosas. Todos los huéspedes pueden hacer uso del Honesty Bar, en el que siempre hay el maridaje perfecto para  un buen café o un té caliente. Una sala de fitness, otra de yoga y un spa en el que se pueden disfrutar de masajes, cuidados faciales, corporales e incluso peluquería. Es el llamado Bain de Marrakech, un lugar en el que únicamente se concibe el relax y la tranquilidad y que se encuentra situado en el antiguo almacén de la fábrica. Donde antes se guardaban telas y máquinas de coser, ahora se pueden recibir todo tipo de tratamientos. Todas las comodidades que a cualquier huésped se le puedan pasar por la mente, están disponibles en el Hotel Fabric.