Europa
Hoy os proponemos un lugar inusual para conocer Praga y la República Checa, la Torre Jested. Este singular edificio fue construido a finales de los años 60 según los planos, diseños e ideas de Hubacek, un arquitecto que logró el reconocimiento internacional precisamente por esta particular torre. En la cima de una colina, quedando así entre las nubes según como venga el tiempo, nevada y esquiable en invierno y verde y caminable en verano, la Torre Jested oculta un hotel de tres estrellas y un restaurante de espectaculares vistas. Dos suites, doce habitaciones dobles y ocho más de inferior categoría, completan las posibilidades de alojamiento en el Hotel Jested. Durante el invierno, la vida en el hotel gira entorno a la nieve, la montaña y los esquíes pero el espectáculo visual cambia con la llegada del deshielo y las posibilidades se multiplican. Las montañas Jizera, de granito y basalto, son el escenario perfecto para caminar o correr, todo un espectáculo natural en el corazón de Europa, no en vano estás en la República Checa, junto a sus fronteras con Polonia y Alemania y a tan solo una hora de Praga por carretera, visita sin duda ineludible en este viaje, pero hay más: podrás regalarte un tiempo de relax y cuidado personal en el SPA de Livberda, también podrás visitar el palacio neogótico de Sychrov o el de Frydlant -tierra felíz-, que es además uno de los más antiguos de Europa; te encantará visitar el zoo y el jardín botánico de Liberec y te enamorará el Museo de Cristal y Joyería en Jablonec nad Nisou, un museo que atesora ya más de un siglo de exposiciones e historia. Claro que tras cada una de esas visitas, que puedes espaciar en tantos días como quieras vivir en la Torre Jested, volverás a tu casa checa, un hotel singular y sorprendente, con reconocimiento arquitectónico y un restaurantes con vistas naturales y platos deliciosos.