América Norte
Mientras vemos las fotografías del barrio de Beverly Hills es inevitable que a nuestra cabeza venga una canción tan mítica como pegadiza. Hablamos de la banda sonora de la película Pretty Woman, en la cual Roy Orbison cantaba: “Pretty woman, walking down the street, pretty woman, the kind I’d like to meet. Pretty woman, I don’t believe you, it must be true, no one could look as good as you…”. Y es que la escena de Julia Roberts paseándose por Rodeo Drive cargada de bolsas es todo un clásico del cine, ¿quién no ha soñado alguna vez con que le hicieran la pelota en alguna boutique como a ella? ¿o compartir los días y la habitación con Richard Gere? Pues bien, la película fue rodada en uno de los hoteles más históricos de Los Ýngeles y también más reconocibles tras el estreno de la película a principios de los años 90: el Beverly Wilshire. Está situado en el 9500 de Wilshire Boulevard, en la parte este de Rodeo Drive, por supuesto en el lujoso barrio de Beverly Hills, en la soleada California. El enclave no podía ser mejor, y la historia que guarda tras de sí este lugar, tampoco. ¿Te imaginas alojarte en un hotel que has visto tantísimas veces en la pantalla? Pues la estancia no te defraudará ya que por algo son muchos los famosos y personalidades que lo eligen para alojarse mientras se encuentran en la ciudad de Los Ýngeles. El Beverly Wilshire destaca por un servicio al cliente que ya se vio en Pretty Woman, pero que es aún mejor por el simple hecho de que es real y está constatado. En la actualidad pertenece a la cadena Four Seasons y cuenta con cinco estrellas que no son más que un simple indicador del lujo y la exclusividad que se respiran en su interior. A pesar de que las distancias en Los Ýngeles son eternas, este hotel se encuentra bien comunicado, a solo 15 kilómetros de la bohemia Venice Beach y a unos minutos en coche de todas las atracciones más destacadas de la ciudad. Sus 395 habitaciones, de las cuales 137 son suites, están decoradas con elegantes muebles y detalles de lo más exclusivos, incluida una bañera de hidromasaje. Quienes quieran descansar del a veces agobiante ritmo de la capital mundial del séptimo arte, el spa del hotel es el lugar perfecto, donde se pueden concertar masajes y varios tipos de tratamientos realizados con productos orgánicos de la firma Natura Bissé. Y, después, un poco de gimnasio o una clase de yoga justo antes de entrar en la habitación para descansar de la jornada y disfrutar de las increíbles vistas de una de las zonas más ricas y lujosas de Los Ýngeles. En el restaurante Cut, el chef Wolfgang Puck sirve sus mejores recetas de todo tipo de carnes y también marisco mientras los clientes ven cómo se preparan todos y cada uno de los platos. En el BLVD hay una gran selección de los mejores vinos de todas las partes del mundo, mientras que el Pool Bar and Café tiene un ambiente mucho más distendido e informal, y en él se sirven ensaladas, sándwiches y postres junto a la piscina. No te podemos asegurar que te encuentres en él a Richard Gere o Julia Roberts, pero es muy probable que te cruces en el ascensor o uno de sus pasillos con algún que otro rostro conocido. Por sus habitaciones han pasado romances tan sonados como el de Barbara Hutton y Cary Grant y aún a día de hoy se alojan en el Belverly Wilshire celebridades como Al Pacino Dustin Hoffman, Warren Beatty, Mick Jagger o Elton John, entre otros tantos.