ITALIA
Viajamos hasta Roma para conocer la historia que esconde la Iglesia de Santa Inés en Agonía. ¡Esto es lo que debes saber!
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la ciudad de Roma, para conocer una de las construcciones más sorprendentes situadas en pleno centro. Nos trasladamos a la Piazza Navona, donde se encuentra la espectacular Iglesia de Santa Inés en Agonía. ¡En esa plaza fue martirizada!
Cada 21 de enero, se recuerda a esta Santa que fue perseguida con tan solo 12 años de edad tras rechazar al sobrino de Diocleciano, que estaba profundamente enamorado de ella. Según la tradición, Santa Inés mantuvo su virginidad, así como su fe en Dios. Por si fuera poco, obró un gran número de milagros antes de morir.
Para conocer la historia de la Iglesia que lleva su nombre, debemos saber que la construcción surge con la intención de crear nada más y nada menos que una capilla y una cripta para el Palacio Pamphili, situado junto a la iglesia. Esto ocurrió en 1652, bajo la bendición del Papa Inocencio X.
Los primeros diseños de esta construcción fueron de Girolamo Rainaldi, reconocido arquitecto que trabajaba para la familia Pamphili, así como de su hijo Carlo Rainaldi. El objetivo era claro: construir dos torres, gemelas, que sostuvieran una cúpula central. A pesar de los esfuerzos, esta idea no gustó demasiado, por lo que padre e hijo fueron sustituidos por Borromini.
Debemos tener en cuenta que, con la muerte del Papa Inocencio X, su sobrino pierde mucho interés en la iglesia. Lejos de que todo quede ahí, en 1657 Borromini decidió renunciar a este imponente proyecto, por lo que Carlo Rainaldi volvió a coger las riendas de este asunto, terminando las obras partiendo de los planos de su antecesor.
Al morir el príncipe Camilo, su mujer Olimpia Aldobrandini decidió prescindir de la labor de Rainaldi, por lo que quiso contar con Bernini. Fue él el responsable de esa impresionante y espectacular entrada principal. En 1668, su hijo decidió nombrar, de nuevo, a Rainaldi.
El interior de esta Iglesia de Santa Inés en Agonía no tiene desperdicio. Entre otros tantos elementos, destaca especialmente la escultura del Milagro de Santa Inés. Lejos de que todo quede ahí, no podemos dejar de mencionar el retablo de la Sagrada Familia (Doménico Guido), el altar que fue dedicado a San Alejo (Giovanni Francesco Rossi), el dedicado a Santa Cecilia (Antonio Raggi) y, cómo no, el retablo del Martirio de San Eustaquio.
Cabe destacar que, en esta Iglesia de Santa Inés en Agonía, se conserva una de las reliquias más impactantes que encontramos en Europa. Estamos hablando, cómo no, del cráneo de la Santa. Muchos son los peregrinos que acuden a este templo para venerar la reliquia.