Italia
Nápoles, situada en el sur de Italia, es una de esas ciudades que todavía necesita ser descubierta verdaderamente por el turista. En estas líneas, os hablamos de cuatro poderosas razones por las que tenéis que visitarla.
Italia es uno de los países más visitados del mundo, y lo es por motivos más que justificados. Desde Roma hasta Venecia, pasando por la bella Florencia y perdiéndonos por las carreteras de Sicilia, podemos mencionar muchos puntos que deberían ser visitados al menos una vez en la vida por su belleza y su carácter único, y Nápoles entra sin duda en esta lista.
Nápoles es una ciudad turística, no podemos negar esto, pero sentimos que de alguna manera sigue quedando un poco olvidada para el turismo en general. Con una oferta tan grande en todo el país, Nápoles rara vez suele ser la primera opción, y estamos cometiendo un error pensando de esta manera. Son muchas las razones que nos llevan a recomendar encarecidamente una visita a esta ciudad, pero vamos a quedarnos con cuatro importantes, de gran poder, que resumen bien lo que vamos a encontrar en ella.
1. Belleza. Sí, vamos a encontrar belleza en Nápoles. Una belleza muy particular, además, pues sus estrechas calles llenas de color y su asfalto en ocasiones imposible le conceden una imagen espectacular que probablemente termines observando con la boca abierta, preguntándote de qué forma se construyó esta ciudad. Situándote en lo más alto de su calle más famosa, llamada Spaccanapoli, experimentarás esto en el grado más elevado. El Quartieri Spanogli o el paseo marítimo también tienen mucho que aportar en este sentido. Nápoles es una ciudad muy bella, y perderse por sus calles es un gusto.
2. ¡Cuántos contrastes! Nápoles es una ciudad llena de contrastes, y lo que en otro lugar podría ser un aspecto negativo, en sus calles lo que se respira es diversidad. Puede que no todo lo que veamos nos guste, pero debemos reconocerle la vida que hay en cada rincón. Vida de todo tipo, de todos los colores, tamaños y formas. Por ejemplo, abandonando el mencionado Quartieri Spanogli, el barrio más auténtico de la ciudad y también un auténtico caos en ciertos aspectos, nos adentraremos en su calle más comercial, organizada y elegante. Y nos preguntaremos cómo es posible este cambio tan grande, pero no tardaremos en entender que eso es Nápoles. Y le queda bien.
3. ¡Qué intensidad! Todo en Nápoles es intenso, hasta el más mínimo detalle está hecho con una pasión que en ocasiones puede resultar abrumadora. El tráfico es intenso, la comida es intensa y espectacular, la forma de vida de los napolitanos también está dominada por la intensidad. Esa es la razón por la que siempre hay vida en la ciudad, sin importar la hora que sea. Nápoles es una ciudad bella, llena de contrastes y también muy intensa.
4. La ciudad más auténtica de Italia. Siempre se ha dicho algo semejante, y pasando un par de días en ella puede comprenderse por qué. Es difícil explicar este punto, precisamente porque lo que hace que Nápoles sea Nápoles solo puede entenderse y respirarse paseando por sus calles. Por ponerlo en palabras de alguna manera, diremos que da la sensación de que han cogido todo aquello que hace que Italia sea uno de los países más visitados del mundo, como hemos mencionado, lo han mezclado y lo han hecho ciudad. Puede que no la caracterice nada en concreto, no tiene la historia de Roma ni tiene los paisajes de Venecia, pero al mismo tiempo encontraremos todo aquí. La mejor manera de describir Nápoles es diciendo que es diferente, única y auténtica. Muy suya, pero dejándose pertenecer a otros.