Grandes viajes
Una de las islas más peculiares que podemos encontrar en Argentina es la Isla Corazón. Es el momento perfecto para descubrir la curiosa leyenda que hay detrás.
No es ningún secreto que en Bariloche, Argentina, podemos encontrar una serie de paisajes de ensueño. A pesar de todo, dentro del mismo Parque Nacional Nahuel Huapi, podemos encontrar un islote con una forma un tanto peculiar. De hecho, el jesuita Nicolás Mascardí la llamó “Isla Corazón”.
El nombre original de esta isla es Piuké Huapí, que viene de la etimología mapuche. De esta manera, se hacía referencia a su fisionomía. Es una isla tan bonita que está perfectamente acompañada de aguas cristalinas verdosas y una vegetación de ensueño. A pesar de todo, pocos conocen que este lugar aguarda una historia donde el amor y la tragedia son protagonistas. Es el momento de descubrirla.
La leyenda tiene como protagonistas dos comunidades indígenas enemistadas, en el momento en que los hijos de los dos caciques se enamoran perdidamente. Por ese mismo motivo, y ante las adversidades, toman la decisión de escaparse juntos. En ese instante no les importaba nada más que su amor.
Tras una búsqueda de lo más intensa, los padres de los jóvenes consiguen encontrarles por lo que les acorralan cerca del lago Mascardi. Viéndose en esta situación, la pareja empieza a nadar para intentar llegar a la otra orilla. Estaban intentando, por todos los medios, luchar por su futuro.
Cuando estaban a medio camino de conseguir su objetivo, los dos empezaron a sentir hipotermia. Por lo tanto, no podían avanzar debido a que se estaban congelando. Por ese mismo motivo, tomaron la decisión de abrazarse para entrar en calor. En ese preciso instante, los que les perseguían lanzaron tantas flechas que les alcanzaron. Así pues, terminan hundiéndose, pero lo hacen abrazados.
De esta manera, por lo que se aprecia en esta leyenda, surgió esta isla con forma de corazón llamada “Piuké Huapi”. Con el paso del tiempo, Clarisa Montenegro, no dudó un solo segundo en desmentir esta historia. La huerquen desveló que ese no era el verdadero nombre de la isla, sino “Chalía”. Y todo como un homenaje a una niña que, muchos años atrás, nació en ese mismo lugar.
A pesar de la controversia, Montenegro quiso ser muy honesta: “Somos muy respetuosos de la historia que nos contaron nuestros antepasados que vivieron en este lugar”. Es entonces cuando ofreció datos sobre esa niña que pudo dar nombre a la isla: “Julio Gallardo, Clarisa y Ester Treuque, Lucía y Ester Rauque, Juan Inalef, Victoriano y Cipriano Inalef eran familiares de esa mujer que nació en la isla”.