SENEGAL
Visitamos una isla de infausto recuerdo que es hoy Patrimonio de la Humanidad, la isla de Gorea.
Hay lugares del mundo que nos provocan emociones encontradas, lugares que dejamos ver y de los que a la vez queremos huir, son lugares como los campos de concentración de los nazis en Europa o la isla de Gorea en el continente africano, en Senegal, sitios tristemente históricos que nos recuerdan que el hombre es capaz de lo mejor pero también de lo peor… un recuerdo sin duda oscuro pero digno de memoria, al recordar nos vacunamos para no cometer los mismos despropósitos (o eso nos gusta pensar, al menos…).
La isla de Gorea está en Senegal, frente a la costa continental africana, a la altura de Dakar y fue en su día el mercado de esclavos más importante del mundo, de aquí partían los senegaleses destinados a ser menos que hombres al otro lado del Atlántico; un mercado de esclavos que comenzó a funciona el el S.XV y que no fue definitivamente desmantelado hasta el S.XIX…
Este tétrico mercado estuvo bajo dominio y control portugués, fueron nuestros vecinos quienes lo fundaron, después paso a manos holandesas e inglesas; estaba ya bajo bandera francesa cuando fue desmantelado en 1848, año en el que Francia abolió la esclavitud. ¿Imaginas cuántas personas fueron vendidas como esclavos en la isla de Gorea? No hay modo de calcular la cifra pero sí podemos quedarnos con una aproximación: se cuenta por millones las personas (hombres, mujeres y niños) que fueron secuestradas y vendidas a tratantes de hombres en la isla de Gorea…
La de Gorea es una isla pequeña, con una superficie de apenas unas 20 hectáreas; es una isla de sin coches y calles de arena que conserva su estructura original: se diferencia con suma facilidad las que fueran las casas coloniales de quienes comerciaban de las que ocupaban quienes iban a ser vendidos como esclavos… En la actualidad Gorea es un lugar de memoria de la explotación del hombre por el hombre, según reza la UNESCO, y también un santuario para la reconciliación, es de hecho Patrimonio de la Humanidad; de ahí que del mismo modo que en Europa todos los caminos llevan a Roma, en Gorea todos los caminos llevan a la Casa de los Esclavos, hoy un museo de visita obligada en esta pequeña e histórica isla; es el edificio más antiguo de la isla.
Ahora bien, no creas que la visita a la isla de Gorea es tétrica ni triste, su historia lo es pero la isla en la actualidad es un oasis de paz, tranquilidad y color a apenas 20 minutos en ferry de la ajetreada ciudad de Dakar; las casas coloniales pintadas de colores con sus flores y jardineras resultan preciosas, están además muy cerca de la playa y algunas funcionan como pensiones muy recomendables para hacer noche si quieres pasar más de un día en Gorea.