SAKURA
Hirosaki espera con emoción la Sakura, la floración de sus 2.600 cerezos.
Solo en el parque de Hirosaki hay 2.600 cerezos, algunos de ellos antiquísimos, de más de 300 años y de más de 50 variedades entre las que están el somei yoshino que es una de las variedades de cerezo más antiguas de todo Japón, el shidara-zakura, popular y fácilmente reconocible por sus ramas similares a las de los sauces llorones y el yae-zakura, también muy fácilmente reconocible por su notable altura, casi el doble que otras variedades de cerezo del parque.
Solo por estas razones, la cantidad de árboles y la variedad, merece la pena elegir Hirosaki como destino para gozar de la Sakura pero es que, además, los árboles de este espectacular parque tienen un característica que los diferencia de otros árboles de cerezo: tiene más flores por rama que otros cerezos ¿por qué? No se trata de una característica que se asocie a una variedad de cerezo en particular sino a todas las que encontramos en Hirosaki y es que la razón no está tanto en los árboles en sí como en el modo en que se podan.
Hirosaki es famosa por sus cerezos pero también por sus manzanos, es más, esta ciudad es la que cuenta con mayor producción de manzanas de todo el archipiélago nipón y es precisamente el modo tradicional de podar los manzanos el que se ha aplicado a los cerezos del parque Hirosaki ¿resultado? Cuando florecen lo hacen luciendo de cinco a siete flores por rama cuando lo normal es que sean solo tres o cuatro.
El secreto está, pues, en la poda; no se trata de un modo diferente de podar sino de hacerlo con un objetivo diferente: se busca provocar un crecimiento lateral de los árboles para garantizar su exposición uniforme al sol, el resultado de la aplicación de este método es el que cabía imaginar: a más sol, más flores en los cerezos y en los manzanos.
Hirosaki celebra un magnífico festival cuando llega la floración de los cerezos, se instalan más de 200 puestos de comida callejera en los que disfrutar de los yakisoba y takoyaki entre otras delicias locales; además al caer la noche se iluminan los cerezos y también el Castillo Hirosaki y convierten este parque en un lugar casi de cuento.
Si decides volar hasta el País del Sol Naciente para vivir la Sakura ya sabes por qué elegir Hirosaki es una gran idea, si lo hace porque eres un amante de los espectáculos que nos regala la naturaleza, como la propia Sakura, tampoco puedes perderte otro de los enclaves naturales más famosos de Hirosaki, el hayedo de Shirakami Sanchi.