Un precioso paseo natural
Más allá de los parques o pequeños jardines escondidos que podemos encontrarnos en cualquiera de nuestros viajes a una ciudad, están los jardines botánicos que debemos ver. Entornos repletos de especies de plantas autóctonas y extranjeras, que nos trasladarán a auténticos bosques.
Botanique, Bruselas
El Jardín Botánico de Bruselas se crea en el siglo XVIII como un jardín de las plantas del palacio del Coundenberg, en el que se encontraban numerosas especies de plantas exóticas. Pronto suscitaría el interés de los habitantes de la villa de Bruselas. En el siglo XIX la colección de plantas es llevada a un terreno al norte de la ciudad, donde encuentra hoy en día. El edificio principal se compone de una rotonda central con una cúpula y dos pasillos laterales con ventanas que conducen a edificios con columnas en cada extremo. Este edificio además de ser el hogar de muchas plantas funciona como sala de conciertos conocida como Le Botanique.
Jardín Botánico José Celestino Mutis de Bogotá
El nombre del jardín Botánico de la capital colombiana, se debe a uno de los grandes botánicos que hubo en el continente americano en siglo XVIII. En pleno centro de la ciudad se encuentra este oasis de diecinueve hectáreas, donde hay lagos y más de 18.000 plantas. En este espacio se recrean diferentes climas americanos como el andino, el amazónico y el desértico. Es el lugar perfecto para pasear, y descansar del bullicio de la ciudad.
Real Jardín Botánico de Madrid
Entre el Retiro, el museo del Prado y Atocha está el Jardín Botánico con una organización de tres terrazas escalonadas en las que se encuentran plantas de América, del Pacífico, además de especies europeas. Fue fundado por Fernando VI en 1755, en unos terrenos cercanos al río Manzanares, pero Carlos III lo traslada a su posición actual. El jardín debía estar junto al Museo de Ciencias Naturales que se estaba construyendo, y que actualmente es el Museo del Prado. Hoy en día el Jardín Botánico de Madrid continúa siendo un centro de investigación.
Jardín Botánico Monte Palace de Funchal, Portugal
En la isla de Madeira, con un clima excepcional, se encuentra el Jardín Botánico Monte Palace de Funchal. Este espacio dedicado a las plantas, cuenta con más de 100.000 de especies distribuidos en siete hectáreas, y clasificados según su origen. Tan pronto podemos encontrarnos con un jardín al más puro estilo japonés con sus esculturas, y estanques de carpas, que adentrarnos en una zona que nos transporte al mismo Mexico.
Jardín Botánico de Koishikawa de Tokio
En el centro de Tokio, una ciudad de contrastes y llamativas luces de neón, junto al nexo económico, se encuentra el Jardín Botánico de Koishikawa. Creado en el siglo XVII, como jardín privado de la vivienda de uno de los líderes políticos de la época. La idea con la que se concibió este jardín, era recrear la más pura naturaleza, pero en un espacio reducido. Disfrutar de la caída de la hoja en otoño, o de os cerezos en flor en primavera.
Jardín Botánico NA’aina KAI, Kauai, Hawaii.
En la cuna del surf y bajo el volcán Kilauea, se extienden trece jardines temáticos a lo largo de 97 hectáreas. Encontraremos los contrastes más llamativos del planeta, pues combinan ambientes pantanosos, con el desierto más árido. Una curiosidad de este jardín, es la colección de plantas carnívoras que alberga. No hay nada mejor como disfrutar de un relajante paseo y admirar no solo las plantas, sino también las esculturas de bronce y otras obras de arte, que allí se encuentran.