Uno de los sitios preincaicos más abrumadores de Perú
Machu Picchu es uno de los sitios arqueológicos más conocidos en Perú, y sus constructores, los incas, es también uno de los pueblos más importantes de América del Sur. Sin embargo, Perú tiene mucho más, porque es también el hogar de muchos otros sitios arqueológicos, de tribus nativas y culturas que debemos conocer. Y uno de esos sitios y culturas sorprendentes es Kuélap.
En la cima de los andes amazónicos, al norte del país, a 3.000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el imponente Complejo Arqueológico Kuélap. En la parte alta del valle del río Utcubamba, fue construido y habitado por los Chachapoyas (1000 a 1400 d.C), una antigua y extraordinaria civilización.
La Fortaleza, como se conoce a esta ciudadela, se ubica en la cima de una altísima montaña, inexpugnable, rodeada de farallones y precipicios por tres de sus cuatro lados; y es el conjunto arqueológico más importante de la selva montañosa peruana, rodeado de un paisaje extrordinario al pie de los Andes y en plena selva amazónica, sin duda, un lugar único en el mundo.
Entre las montañas, desde lejos se puede ver la gran muralla de piedras de 20 metros de altura que protege la ciudad, una ciudad que cuenta con solo con tres entradas en forma de estrechos callejones amurallados. Y ya en el interior hay hasta 420 casas circulares de piedra con frisos en forma de rombos y zigzag.
La parte interior se divide en dos grandes sectores, uno bajo y otro alto, en dos plataformas. La zona alta es más pequeña y es donde están las viviendas mejor construidas, por lo que se cree que pertenecían a la aristocracia de Kuélap.
Además de las viviendas hay otras estructuras curiosas conocidas como El Tintero, El Torreón y El Castillo. El Torreón, en la segunda plataforma, es una estructura de siete metros de altura, con unas vistas panorámicas inmejorables de los alrededores, por lo que se entiende que formaba parte de la defensa de la ciudad. El Tintero, con su peculiar forma de cono invertido, era una estructura ritual, probablemente un observatorio astronómico o un mausoleo. Tiene cinco metros y medio de alto y un diámetro de base de casi catorce metros.
Todas estas estructuras relacionadas entre sí, tuvieron funciones ceremoniales, administrativas, de control, de defensa y servían como viviendas. Y en el sitio se pueden ver también piedras trabajadas en alto relieve que parecen rostros humanos.
Kuélap es sencillamente abrumador, y más cuando se ha calculado que, para su construcción, se necesitó tres veces el volumen de materiales que los utilizados en la construcción de la Gran Pirámide de Egipto, lo que da cuenta de sus grandes dimensiones. Se cree que vivían allí unas tres mil personas en su apogeo, trabajando como agricultores, constructores y artesanos.
Kuélap no es una fortaleza aislada, sino que los Chachapoyas construyeron más recintos en los alrededores, muchos de los cuales todavía están siendo estudiados, rodeados de una espesa vegetación y en zonas de difícil acceso. Por ello, si estás interesado en conocer esta cultura, y su legado, lo mejor es visitar el Complejo Arqueológico y el Centro de Interpretación que te ayudará a comprender cómo vivían con maquetas, fotografías.
Kuélap es un lugar mágico e impresionante, inmerso en un paisaje verde y exuberante. Un complejo arqueológico que se convierte en un viaje de aventura que merece la pena. Y con un aliciente, el que uno puede disfrutarlo sin aglomeraciones, porque a este lugar todavía llegan pocos turistas.
Descubierto en 1843, por Don Juan Crisóstomo Nieto, juez de Chachapoyas por aquel entonces, sigue siendo objeto de estudio por la complejidad y la monumentalidad de sus construcciones. Es el centro arqueológico más importante del norte del Perú, y es único en América del sur, por sus impresionantes murallas, su carácter administrativo, militar y ceremonial. Escondida entre inmensas paredes de casi 20 metros de altura y con una entrada estrecha, esta fortaleza tiene un toque de misterio que te sorprenderá.
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Complejo Arqueológico Kuélap