La Ruta Costera de la Calzada

Playas arenosas, pueblecitos pesqueros con encanto, frondosos valles que esconden imponentes castillos y senderos espectaculares junto a los acantilados son solo algunos de los motivos por los que hay que recorrer 247 kilómetros en Irlanda. Kilómetros que conectan Belfast con Derry-Londonderry a través de una ruta imprescindibles: la ruta costera de la Calzada, Toda una aventura con el mar como telón de fondo que no te puedes perder.

Lo mejor es comenzar en Belfast. A solo dos horas en coche de Dublín, la capital, conectada con nuestro país desde Madrid o ciudades como Barcelona y Valencia.

Lo mejor, empezar por uno de los must Titanic Belfast, el centro interactivo en el que vas a conocer de primera mano la historia del transatlántico más famoso del mundo y el papel que tuvo Belfast, ciudad en el que fue construido. Nadie sabe tanto del Titanic.

De ahí, podemos seguir caminando sobre el mar por el sendero de los Gobbins. Primera parada imprescindibles de la ruta costera de la Calzada a tan solo 32 kilómetros de Belfast. Este sendero es verdaderamente una experiencia única; un recorrido lleno de biodiversidad, repleto de historia y con magníficas vistas ya que se alza sobre el mar sobre los acantilados de basalto. Fue creado hace más de 100 años y desde entonces se ha convertido en una de las experiencias más rompedoras a nivel mundial gracias a su acuario, el puente tubular y el Wise’s eye, un punto espectacular desde el que puedes sentir como rugen las olas en los acantilados. Perfecto para toda la familia y espectacular.

Seguiremos hacia Cushendun, tras la pista de Melisandre. La costa de Antrim esconde un rincón con una peculiar perspectiva de su litoral, asociada ahora a una de las series del momento, Juego de Tronos. Porque junto a la localidad costera de Cushendun, en una playa a la salida de los valles de Glendun y Glencorp, se encuentran las Cuevas de Cushendun localización donde Melisandre da a luz a la sombre que mataría a Renly Baratheon en la serie. Ideal para fans de la serie o para los amantes de la naturaleza.

La siguiente parada imprescindible es en el columpio sobre las olas. Cruzar el puente de cuerda Carrick-a-Rede es disfrutar de una de las mejores panorámicas de la ruta costera de la Calzada. Construido hace unos 350 años por pescadores que se dedicaban a la captura del salmón, esye puente une la isla de Carrick con el condado de Antrim. Al atravesarlo nos veremos inmersos en el paisaje divisando incluso la isla de Rathlin y Escocia mientras sentimos la brisa en el rostro y el balanceo, a 30 metros de altura sobre el mar. Toda una fascinante aventura.

Y ya llegamos al lugar en el que las leyendas cobran vida. Nos vamos a adentrar en una maravilla geológica que cuenta con casi 60 millones de años de antigüedad, la Calzada del Gigante. 40.000 columnas hexagonales de basalto esculpidas a capricho por la naturaleza que se adentran en el Atlántico para formar uno de los espacios naturales más espectaculares de Europa. Patrimonio Mundial por la UNESCO, un pequeño paseo de menos de un kilómetro nos conducirá hasta esta sorprendente Calzada del Gigante, sencillamente abrumador.

Seguimos la ruta para encontrarnos con las ruinas del castillo de Dunluce, uno de los lugares más espectaculares del mundo. Desde su construcción en el siglo XIV, Dunluce ha sido el centro de relatos de banshees y sus lamentos, contrabandistas e historias de amor. Una gran tormenta lo derrumbó en el siglo XVII dando lugar a vestigios encaramados al acantilado, a 30 metros del océano. Vestigios absolutamente asombrosos.

Y llegamos a uno de los monumentos más emblemáticos de Irlanda del Norte: el Templo de Mussenden. En el último tramo de la ruta costera de la Calzada la playa de Downhill, esta vigilada por este impresionante los años en un lugar icónico.

Y última parada: Derry-Londonderry. La ciudad de las murallas, que este año cumplen su 400 aniversario, bien merece una parada. Desde las murallas las vistas de los alrededores son espectaculares. Y las propuestas aquí son muchas, tanto de ocio como de turismo activo. Destacan las proporcionadas por Slow Adventure NI. Recorrer el valle de Glenelly, hornear pan según la receta tradicional en la granja Bradkeel, conocer el proceso de elaboración artesanal del queso, adiestrarse en el arte de la pesca del salmón o dar paseos a caballo por el valle de Faughan son sólo algunas de ellas.

Más información: La Ruta de la Calzada

Y en verano, hay más, porque esta ruta costera se convierte también en una ruta de festivales. Irlanda del Norte suma la música, una de sus señas de identidad, a su gastronomía, la naturaleza o el patrimonio. Una amplia agenda de festivales a lo largo de la ruta costera de la Calzada que van desde la música más tradicional a estilos como la música electrónica. Festivales como el Belfast Traditional Music Trail en los pubs más emblemáticos de la ciudad los sábados, o en el interior el Stendhal Festival el 10 y el11 agosto en Limavady o en Derry-Londonderry, el Celtronic Festival del 27 junio al 1 julio. Este verano, la costa norte suena especialmente bien.

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