América Norte
Uno de los entretenimientos que más sonrisas y bocas abiertas producen en los niños es la visita a un zoo. Da igual si ven fauna exótica o autóctona, si es grande o pequeño o si tiene un diseño espectacular, el hecho es que siempre salen exhaustos. Aunque en Ciudad de México existen otros dos zoológicos, el de Chapultepec con fauna de diferentes partes del mundo y el de San Juan de Aragón con especímenes nacionales, es el de Los Coyotes, sin embargo, el más especial de los tres, el que cubre un espacio especializado exclusivamente en la fauna regional autóctona de la Cuenca del Valle de México. El de Los Coyotes es un zoo relativamente joven (1999) que nació de una escuela ecológica y que no ha perdido ese espíritu didáctico que guio su puesta en marcha: organiza variadas actividades destinadas a fomentar la protección del medio ambiente, tiene exposiciones temporales, recreaciones sobre la conservación de la fauna y flora, talleres de manualidades en los que se elaboran desde máscaras a objetos siempre y cuando tengan formas de animales…. Unas actividades que permiten, a los niños y por supuesto a los mayores, convivir con algunas especies endémicas, y casi de otra época, como el ajolote de Xochimilco, el teporingo o el cacomixtle. Unos totales desconocidos con esos nombre tan exóticos para los que pisan por primera este singular zoo pero que a partir de ese momento dejarán de serlo. Durante el recorrido podemos ver mamíferos, aves, reptiles y anfibios… mas de 300 “habitantes” de 51 especies diferentes que viven en este espacio rodeados por dos jardines, uno de plantas medicinales y otro de cactus. Un hogar para linces, mapaches, conejos de los volcanes, venados de cola blanca, águilas reales, guacamayos, pumas… o el lobo mexicano, en peligro de extinción y del que apenas quedan poco más de 300 ejemplares en todo el mundo. Un zoo que es mucho más que una colección de fauna y flora ya que lleva a cabo un programa de investigación, conservación y reproducción de especies como el lobo americano, el ajolote de Xochimilco y el Conejo de los volcanes. Y para rematar, su entrada es gratuita, que viene muy bien en estos tiempos teniendo en cuenta que en lo que a ocio se refiere hay que estar sacando la cartera continuamente.