Europa
La escena es fácilmente imaginable. A la hora del desayuno, la familia reunida en torno a una mesa en un hotel de Copenhague, uno de los padres anuncia a sus hijos que esa mañana toca dar un paseo en tren hasta un lugar llamado Humlebæk ("A saber cómo se pronuncia esa letra tan rara...") para visitar... ¡un museo de arte moderno! Seguro que las caras de los pequeños se convierte en un poema... y puede que incluso la de algún mayor poco amante de las últimas vanguardia. Sin embargo, tanto los rostros de unos como de otros cambia cuando nos cuentan un poco más detalladamente la visita. Y es que a poco menos de una hora al norte de Copenhague, en plena costa del Oresund, no está un museo más. El Louisiana es uno de los más divertidos de Europa. Basta anunciar que una de las atracciones 'off' del mismo es poder rodar como un loco por una pendiente de mullido y suave césped de más de 20 metros. O chapotear en la playa privada del museo. O jugar con las pequeñas barcazas. O perderse entre los árboles y jardines llenos de flores. Eso solo si nos fijamos en el exterior, porque dentro del Louisiana, además de galerías donde poder conocer a autores contemporáneos en exposiciones temporales que desgranan lo más interesante del panorama actual, encontramos la Børnehus o 'casa de los niños' en danés. Un centro en el que los pequeños pueden expresar con libertad sus inquietudes artísticas, ya sea pintando, modelando, esculpiendo, dibujando... Es un ala entera de las instalaciones la que se dedica a los más pequeños, abierta desde los comienzos del museo, en 1994, y que acoge todo tipo de talleres para niños y jóvenes de entre 4 y 16 años. Esto incluye, además, concursos mensuales de arte, talleres para aprender detalles sobre arquitectura y Bellas Artes... y no faltan actividades que se relacionan con las diferentes exposiciones que tienen lugar en el museo en ese momento. Claro que será difícil terminar el taller y no salir corriendo para el jardín, donde se ha habilitado un tobogán como el de los parques acuáticos... o una ruta de exploración para conocer a fondo la naturaleza y un pequeño lago que fue utilizado durante el bombardeo por el ejército inglés de Copenhague en 1807. Toda una aventura que les cambiará la idea de qué es un museo de Arte Moderno.