Asia
Que el paraíso se encuentra aquí en la tierra es algo tangible, lo decimos por la cantidad de lugares bellos y espectaculares que podemos disfrutar. Playas, aguas cristalinas, acantilados, desiertos, montañas, bosques, selvas, la lista es infinita. Con Viajestic, hemos dado ya la vuelta al mundo, y aún así, nos quedan muchos lugares que mostraros. Pero aunque nuestro planeta es único e increíble, también esconde lugares infernales, espacios naturales peligrosos, a los que no nos gustaría ir. ¿No lo sabías? Estos son algunos de estos destinos. Dallol es un cráter volcánico o mar, o ambas cosas a la vez, en la depresión de Danakil, al noreste de la cordillera Erta Ale en Etiopía. Se formó gracias al magma basáltico en los depósitos de sal del Mioceno y por la actividad hidrotermal en años posteriores. En 1926, hubó erupciones que al toparse con el agua de la superficie formaron el volcán Dallol. Al mismo tiempo, otros cráteres de erupción salpican los salares cercanos. Son auténticos respiraderos volcánicos a 45 metros por debajo del nivel del mar. El resultado es un paisaje formado por estanques verdes y ácidos. El lugar parece otro planeta y es peligroso para el hombre ya que los ácidos manan en libertad del suelo ardiente. Un auténtico infierno en la tierra. Krýsuvík es un área geotermal situada en la península de Reykjanes al occidente de Islandia. Se encuentra en en medio de la fisura volcánica en la dorsal Mesoatlántica que atraviesa la isla. En Krýsuvík hay varios campos geotermales, solfataras, fumarolas y aguas termales, que han conformado un suelo brillante y amarillo, rojo, verde, y tonalidades de este último color. Entre 1722 y 1728 explotaron depósitos de sulfuro y también años más tarde formando ácido sulfúrico de forma natural, un encanto de sitio, vamos. Hay también cráteres volcánicos que se forman por la explosión de agua subterránea que actualmente se han convertido en potentes geisers. A pesar de todo lo que os contamos, cierta infraestructura turística se creó en la zona, que después de un gran terremoto fue disminuyendo. En fin, si amas los volcanes y los terremotos, ya tienes un destino. ¿Te apetece una escapadita hasta Krýsuvík?Derweze o Darvaza, en turcomano significa la Puerta. Y en este caso, el nombre es de lo más apropiado. Derweze es un pequeño pueblo de Turkmenistán en el que viven 350 personas, en el desierto de Karakum, a unos 260 kilómetros al norte de la capital del país, Asjabad. Los habitantes de Derweze conservan todavía un estilo de vida seminómada. Cómo será este bonito lugar que hasta el 2004 el pueblo fue disuelto por orden del presidente de Turkmenistán, Saparmurat Niyazov, porque era un vista desagradable para los turistas. Y es que aquí encontraremos la Puerta del Infierno, literal. En 1971, algunos mineros estuvieron taladrando y accidentalmente se abrió este gigantesco agujero lleno de gas tóxico. El techo de la cueva colapsó, dejando una gran sima de 70 metros de diámetro. Y para poder evitar emanaciones tóxicas decidieron prenderle fuego. Por más de 40 años, el fuego ha seguido ardiendo, y sigue ardiendo a gusto a día de hoy. Los habitantes han llamado a este gigante ardiente la Puerta del Infierno. Un hoyo de la muerte al que no conviene acercarse, ni asomarse, porque las repentinas ráfagas de sofocante viento pueden hacer de tus vacaciones, un eterno infierno. En la ciudad de Beppu, en Japón, hay nueve manantiales de agua caliente al vapor. Cada uno es único en color y en su composición. Pero hay uno muy especial, Chinoike Jigoku, es el garbanzo negro de estas piscinas geotermales. Chinoike Jigoku se aparta de todas ellas por su composición, su aspecto y su historia. Solo es una pequeña piscina, pero su nombre da miedo, significa Piscina del Sangriento Infierno, toda una declaración de intenciones. A los 78 grados este estanque sangriento del Infierno mejor podría ser utilizado para la cocción de un tratamiento de spa. Su hirviente agua burbujea y su superficie está llena de vapor. Además de su temperatura increíble, Chinoike Jigoku es rica en óxido de hierro lo que da a la piscina un color rojizo intenso. Parece un submundo de pesadilla. No ayuda que los usos originales de la piscina eran tan infernal como su oscuro y rojo barro hirviente. Chinoike Jigoku se utilizó para torturar a la gente y luego hervirla hasta la muerte. Todo muy zen y muy atractivo. Por más de 700 años Tikitere o La Puerta del Infierno, ha sido un lugar sagrado para la tribu Ngati Rangiteaorere de Nueva Zelanda. Y hoy, es el único parque termal que sigue en manos de los maoríes. Un sitio que ha atesorado sanación y revitalización. Tikitere es el nombre de una princesa trágica maorí, que se lanzó a la piscina caliente hirviendo que lleva su nombre hoy. La Puerta del Infierno es el parque geotérmico más activo de Rotorua, vapor de aguas termales hirviendo y piscinas de barro burbujeantes, géiseres a borbotones y una cascada abrasadora milagrosa, Kakahi, la caída de agua caliente más grande en el hemisferio sur. La Puerta del Infierno es también el hogar del mayor volcán de lodo de Nueva Zelanda y de la mayor piscina de hidromasaje caliente. Un poco más agradable que la piscina roja de japón, aunque también tiene una historia trágica. Las maravillas de Tikitere son la piscina negra, un estanque de agua con una temperatura constante de unos 93 grados centígrados que cocina las verduras a la perfección. A pesar de que el agua es negra y el aroma sulfúrico, cualquier alimento cocinado en estas aguas aterciopeladas sale impoluto y delicioso. Tierra Coral, lo más parecido a los corales de aguas en la tierra, estos corales viven y crecen. En realidad se trata de bacterias que prosperan con el calor. Y para relajarnos de tanto infierno, podeís visitar los Spas Gate Wai Ora y Hells, el lugar perfecto para relajarse y experimentar los baños únicos y exquisitos de barro, las piscinas de agua caliente y los remedios terapéuticos proporcionados en este paraíso geotérmico de Nueva Zelanda.