MADEIRA

Si Madeira te parece un paraíso, espera a descubrir sus Rutas del Vino

El archipiélago de Madeira está formado por cuatro islas: Madeira, Porto Santo, Islas Desiertas e Islas Salvajes. Las dos últimas están desiertas y protegidas.

Paisajes Festa do VinhoImagen de Henrique S.; cortesía de Turismo de Madeira

Este destino es un paraíso, no en vano ha sido elegido como “Mejor Destino Insular del Mundo” por octavo año consecutivo en los World Travel Awards. Y ahora no hay excusa para no visitarlas porque están sólo a dos horas de vuelo directo desde España.

Se podría considerar a Madeira como el primer destino turístico insular de la historia: aquí veraneaba la aristocracia europea y era el lugar adecuado para las curas de salud de las familias pudientes que tenían algún problema en las vías respiratorias. Un archipiélago elegido por celebridades como la Emperatriz Sissi o el mismo Winston Churchill. Hoy en día recibe turistas del mundo entero y sus cifras de visitantes siguen subiendo año tras año.

Viñedos. Festa do Vinho | Imagen de Henrique S.; cortesía de Turismo de Madeira

La isla es conocida en el mundo entero por su extraordinario vino de Madeira, un vino que hace muchos años sólo estaba al alcance de las cortes europeas o las grandes fortunas del mundo, por su exclusividad y su elevado precio. No es de extrañar este precio en un caldo que se descubrió por casualidad, pero que requiere un trabajo ingente y muchos años de elaboración.

Los barcos que hacían grandes viajes llevaban en sus bodegas el vino de la isla. Las duras travesías, las brisas marinas y, sobre todo, el calor en los barcos en los viajes por los trópicos, hicieron que estos vinos maduraran desarrollando distintos sabores y mucho más cuerpo. Se convirtieron en caldos exquisitos muy deseables.

Celebraciones. Festa do Vinho | Imagen de Henrique S. Cortesía de Turismo de Madeira

En la actualidad, los vinos se calientan en las bodegas con estufas que los mantienen durante un mínimo de tres años a temperaturas de entre 45 y 53 grados centígrados. Esto les confiere el cuerpo, el aroma y la dulzura que lo caracteriza.

Varios productores de la isla están creando vinos de mesa y vinos tranquilos -aquellos que se producen en un proceso de fermentación natural con levaduras del mosto de la uva y en el cual no se concentra gas carbónico, hecho que lo diferencia del vino espumoso- que están teniendo mucho éxito.

Viñedos. Festa do Vinho | Imagen de Henrique S. Cortesía de Turismo de Madeira

Aprovechando que el vino es la seña de identidad de Madeira, y que posee más de 500 hectáreas de este cultivo -muchas de ellas de montaña-, podemos adentrarnos en las islas siguiendo deliciosas rutas entre viñedos y fincas.

Vamos a descubrir la historia y los secretos de este archipiélago a través de sus caldos y sus cuidados paisajes. Uno de los encantos de la Ruta del Vino en Madeira es la diversidad de los escenarios que brinda al visitante. Podemos encontrar viñedos a nivel del mar y también a setecientos metros de altitud, en ingeniosas terrazas sostenidas por muros de piedra, que permiten el cultivo en zonas de mucha pendiente.

Bodegas. Festa do Vinho | Imagen de Henrique S. Cortesía de Turismo de Madeira

Aquí es posible contemplar vides en espaldera junto al mar, a pocos metros del agua. Estas vides se caracterizan por estar sujetas con alambres por las que trepan y se enredan a cierta altura del suelo. Esta forma de cultivar permite una exposición solar más homogénea, pero también servía para que en el suelo se cultivaran verduras, batatas y otros productos de subsistencia para la alimentación de las familias en un mismo espacio; una forma de aprovechar el terreno cuando es un bien escaso.

Entre las principales rutas del vino del archipiélago destacan la carretera entre São Vicente y Seixal. También está el Estreito de Câmara de Lobos, desde la costa hasta el Jardim da Serra, la mayor extensión de vides de Madeira y a 600 metros de altitud, o el Campo Experimental de Viticultura ubicado en Arco de São Jorge, donde se encuentra el Museo de la Vid y el Vino.

Festa do Vinho | Imagen de Henrique S. Cortesía de Turismo de Madeira

Es interesante visitar las fincas o quintas, que ofrecen visitas o tours a los viñedos con degustaciones. En la Quinta de Barbusano puedes contemplar los viñedos en terrazas y después disfrutar de una cata de vinos y un maridaje con exquisita carne de ternera a la brasa espetada en una rama de vid. Es delicioso hacerse con un trozo de carne entre dos trozos del tradicional pan de bolo do caco.

En la Quinta de Santa Luzia, perteneciente a la familia Blandy, se pueden contemplar las fincas madeirenses tradicionales, que aún producen uvas utilizadas para la elaboración de alguno de los vinos de Madeira Wine Company, y hacer un tour por sus bodegas.

Madeira Wine Lounge | Imagen de Henrique S. Cortesía de Turismo de Madeira

Otro enclave destacado es el Mirador de Fajã do Barro, ubicado en Porto Moniz, que permite ver los viñedos de Fajã do Barro, Fajã de Manuel y Arrudal da Ribeira da Janela, enmarcados por el Atlántico.

Y recuerda que entre el 31 de agosto y el 17 de septiembre la isla acogerá una nueva edición del Festival del Vino. En estos días se homenajea al Vino de Madeira y se programan eventos musicales, cenas temáticas y conciertos en los viñedos. Si eres un amante del vino, tienes que hacer coincidir tu visita con estas fechas.

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