ISRAEL

Maktesh Ramon, la casa de David Ben Gurion

Te desvelamos uno de los lugares secretos y magníficos de Israel: el cráter Maktesh Ramon, en el desierto del Negev.

Cráter de Maktesh RamonImagen cortesía de Turismo de Israel

Cuando pensamos en visitar Israel los primeros lugares que nos vienen a la cabeza son Jerusalén y Tel Aviv, los lugares santos y la ciudad más cosmopolita y vital de Israel pero lo cierto es que este país es mucho más que eso; ya os hemos hablado de algunos lugares de Israel realmente espectaculares como Cesarea o el Parque Nacional de Sussita, como el encantador pueblo de Kfar Kama u otras localidades importantes como Nazaret, Haifa, Netanya o Akko; hoy queremos hablarte de un lugar realmente espectacular, un cráter en el que gozar del turismo de naturaleza de aventura… y visitar la casa museo de David Ben Gurion.

Rutas en bicicleta por el desierto del Negev | Imagen cortesía de Turismo de Israel

Hablamos del cráter Maktesh Ramon, en el desierto del Negev, su paisaje es lunar (o casi) es el escenario ideal para gozar a lo grande de la naturaleza ¿cómo? Viviendo una experiencia de rappel por ejemplo, o disfrutando de espectaculares rutas en bicicleta que atraviesa en valle Tzin (y quien dice en bicicleta dice caminando porque este valle es ideal para la práctica de deporte al aire libre).

Pero, además, si visitas el cráter Maktesh Ramon podrás disfrutar de una visita doblemente interesante: la casa museo de David Ben Gurion, el primer Primer Ministro de Israel y uno de los padres fundadores del estado de Israel; doblemente interesante, decimos, porque visitar esta casa museo no sólo es colarse en la historia de Israel a través de la vida de uno de sus líderes más influyentes sino que también visitarás el kibutz Sde Boker y ya se sabe que no se visita del todo Israel si no se visita al menos un kibutz.

Casa Museo de David Ben Gurion | Imagen cortesía de Turismo de Israel

Podrás recorrer la casa de David Ben Gurion habitación a habitación, descubrir los escritos y fotografías que guardaba en sus cajones y entender lo que supuso, y supone todavía hoy, su legado para su país, Israel.