NORTEAMÉRICA
El sol se pone siempre… pero no siempre se pone igual.
Hay planes y visitas obligadas que son propios de un lugar concreto, a la Torre Eiffel solo puedes subir en París, el Museo Británico sólo puedes visitarlo en Londres y Chichén Itzá en México, por poner tres ejemplos de entre los miles que podríamos elegir; ahora bien, hay también planes que están hechos y pensados para ser gozados en cualquier lugar del mundo: comerte tu destino, por ejemplo, es uno de esos planes, no importa dónde vayas ni cuán fan seas del turismo gastronómico, si quieres conocer un lugar tienes que conocer también sus sabores.
¿Más planes imperdibles independientemente de tu destino? El amanecer y el atardecer… porque el sol sale y se pone siempre (casi siempre…) pero no lo hace del mismo modo, con los mismos colores ni en los mismos paisajes; ver atardecer es una experiencia deliciosa (quizá no menos que ver amanecer pero es que para eso hay que madrugar…) y hay lugares en los que es especialmente inolvidable; es precisamente de esos lugares de los que queremos hablarte ¿cuáles son los lugares de Estados Unidos en los que sería imperdonable que te perdieras su puesta de sol?
Cape Con suena a verano y Martha’s Vineyard, una isla cercana, a cine… (ahí estaba la casa a la que Linus lleva a Sabrina tanto cuando Linus era Bogart como cuando era Harrison Ford en qué película? Sabrina); pero no hablamos de viajes de cine sino de puestas de sol y la mejor de la zona se puede disfrutar en la playa de Menemsha, junto a los acantilados de Aquinnah. Además puedes acompañar la experiencia con unos ricos pollitos de langosta de Nueva Inglaterra.
Gulf Shores y Orange Beach son dos ciudades costeras del estado de Alabama pero no es exactamente a ellas a donde te recomendamos ir para disfrutar de la puesta de sol sino a sus playas kilométricas; son playas de arena blanca y aguas cálidas, no en vano estamos en el Golfo de México, en las que el sol se pone pintando auténticas obras de arte en el cielo… ¿La mejor playa de la zona para gozar de una puesta de sol? Dauphin Island, que por algo pasa por ser la capital del atardecer en Alabama.
El atardecer en Lake Charles, en el estado de Luisiana, tiene algo de clásico porque se puede disfrutar desde el paseo marítimo, junto a los muelles y también muy cerca de una naturaleza de extensos y verdes prados.
Arizona es el estado del Gran Cañón y solo por eso ya nos hace pensar en tonos rojizos pero es que, además, es ahí donde está Cathedral Rock, el que pasa por ser uno de los vórtices más imponentes de todo Sedona. Los paisajes rocosos y rojizos se mezclan con los dorados y arenosos del desierto y el sol, al esconderse, hace que el cielo parezca reflejar la tierra que cubre.
California es uno de los destinos más soñados del mundo pero ¿dónde se puede disfrutar de sus mejores puestas de sol? En Carmel-by-the-sea porque allí el color turquesa del Pacífico se pierde en kilómetros de arena y, junto a los acantilados cercanos, el cielo se tiñe en paleta de tonos rojizos al caer la tarde regalando estampas realmente espectaculares.