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Ponemos rumbo a Valencia para conocer algunos de sus mercados gastronómicos: su historia y por qué destacan especialmente.
No es ningún secreto que Valencia es, indudablemente, una de las ciudades más sorprendentes y con más encanto de España. En los últimos años, ha destacado especialmente por el surgimiento de un gran número de mercados al aire libre que cada día y, sobre todo, cada fin de semana se llenan de vida.
Si estás pensando en poner rumbo a esta ciudad, no dejes pasar la oportunidad de recorrer varios mercados para dejarte llevar por su más pura esencia. A continuación encontrarás algunos de los tantos mercados gastronómicos de Valencia que, desde luego, no te dejarán indiferente ni mucho menos.
No solamente llama la atención a nivel arquitectónico sino que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un escenario perfecto para almorzar o, incluso, tapear. No dejes pasar la oportunidad de pasarte por el Central Bar del chef Ricard Camarena donde es famosa su ensaladilla rusa, pero también encontrarás otros platos como sus míticas croquetas de pollo rustido. Tampoco podemos dejar de mencionar otros establecimientos como el Boatella Tapas, el Sorolla o el Retrogusto, entre otros.
En 2023, este mercado abrió sus puertas y lo hizo en un lugar estratégico como es cerca de la calle San Vicente y de la estación de tren Valencia-Joaquín Sorolla. Es conocida por este nombre ya que esa era su utilidad industrial hace unos años. Tras someter el edificio a una intensa rehabilitación, se dio paso al mercado gastronómico más grande de Valencia puesto que cuenta con nada más y nada menos que 21 puestos especializados. En su interior podemos encontrar varios elementos originales de la Imprenta Vila que fue fundada en el año 1908.
Está ubicado en un extremo de la avenida Blasco Ibáñez y, a pesar de que lleva relativamente pocos meses abierto, se ha convertido en uno de los mercados más concurridos de Valencia. Esta construcción fue rehabilitada tras haber sido utilizada como tonelería. Si hay algo por lo que destaca, más allá de la gastronomía a través de puestos como el Tonyina Bar, el Aldeaneta y el Jenkin’s, es su impresionante estética. ¡No deja indiferente a nadie!
El edificio se inauguró en 1916, está situado en el barrio de L’Eixample y destaca, entre otras cuestiones, por la escasa presencia de puestos de venta directa. Eso sí, los pocos que hay son verdaderamente selectos. No podemos dejar de mencionar lo bonito que es arquitectónicamente hablando, ya que se nota a la perfección la influencia del modernismo catalán.
Llama la atención por la comida casera que sirven, elaborada con productos frescos del mercado y a un precio verdaderamente asequible. Un claro ejemplo es el conocidísimo bar Rojas Clemente, que destaca por sus menús de mediodía y sus almuerzos. Si visitas este Mercado, no olvides pedir un bocadillo de calamares o un guiso conocido como ‘sang amb ceba’ que es muy típico.
Abrió sus puertas hace pocos años en el barrio del Cabanyal. Destaca por ser un mercado de lo más luminoso y amplio, con diversos rincones para que enlaces las tapas con las copas y que el día pase sin que apenas te des cuenta. Entre los establecimientos más famosos de este mercado se encuentran la pizzería Sorsi e Morsi y la hamburguesería Hundred.