ISLAS COOK
La isla de Aitutaki es un paraíso en la tierra, solo por eso ya merece la pena volar hasta allí.
Las Islas Cook no pueden estar más lejos, tampoco pueden ser más espectaculares ni merecer más el largo viaje que hay que emprender para llegar a ellas, en particular a la isla de Aitutaki, un paraíso terrenal de toda la Polinesia neozelandesa y del mundo entero. Claro que lo primero que necesitas saber es cómo llegar hasta allí: a la isla de Aitutaki se llega primero en vuelo directo desde Rarotonga, la isla más poblada del archipiélago de las Islas Cook, y después de un breve trayecto en barco que atraca en One Foot Island que es, sin lugar a dudas, una de las playas más bonitas del mundo tanto por su entorno como por sus aguas color turquesa y arena blanca.
Aitutaki es una isla pequeña, casi un atolón, y está rodeada por un arrecife de coral; cuenta con una laguna de unos 17 kilómetros cuadrados y entre uno y tres metros de profundidad y con una pequeña villa en la que viven menos de 2.000 habitantes ¿cómo es posible que cuente con aeropuerto propio? Porque se trata de la segunda isla más visitada de las Islas Cook a pesar de su pequeño tamaño, imagina cuán paradisíaca es…
En Aitutaki no hay multitudes, ruido, ni caos, no es que no haya atascos, es que no hay tráfico… ¿y cómo puedes gozar el tiempo en este paraíso terrenal? Practicando esnórquel visitando a las tortugas y peces tropicales de la zona, remando en un kayak o sobre una tabla de SUP, practicando kitesurf (es de hecho una de los lugares más recomendados del mundo para la práctica de este deporte), o incluso nadando con ballenas jorobadas (aunque esto solo puedes hacerlo entre los meses de julio y octubre, coincidiendo con la migración de estos cetáceos). ¿Eres un runner ya sea profesional o amateur? Entonces te encantará saber que en Aitutaki se celebra una maratón anual a finales de abril en la que participan deportistas de todo el mundo.
Puedes pasar en la isla un día o incluso pernoctar en ella gozando de la hospitalidad de sus habitantes; si optas por esta segunda opción y te quedas al menos un fin de semana, no dejes de asistir la misa dominical en la que es la iglesia más antigua de las Islas Cook.