Turismo cultural
Europa es un continente muy rico y tenemos la oportunidad de descubrirlo, por hallarnos en una situación privilegiada geográficamente hablando. A continuación, os hablamos de esos monumentos que debéis visitar al menos una vez en la vida.
Qué continente tan asombroso es Europa, qué bonitos todos los países que lo conforman y cuántas cosas quedan todavía por descubrir. Las personas que aman viajar son plenamente conscientes de los múltiples lugares que hay por visitar en el viejo continente, cuna de muchas civilizaciones y lugar de nacimiento de diferentes estilos artísticos reconocidos por todos.
Por todas estas razones, son varios los monumentos de gran importancia que todos deberíamos poder visitar al menos una vez en la vida. Desgraciadamente, no siempre es posible cumplir con todos los objetivos que nos proponemos en este sentido, pero si uno tiene la oportunidad de planear varios viajes debe tener en cuenta los siguientes destinos. Son varios de los monumentos más importantes a nivel mundial y los más reconocidos en Europa.
Alhambra (Granada)
Este conjunto de palacios y jardines situados en la provincia andaluza recibe millones de visitantes al año y no es para menos. Considerada una especie de mini-ciudad dentro de la propia ciudad, esta obra musulmana sigue asombrando por su espléndida construcción, la integración de la naturaleza en el conjunto de la obra y la rica decoración que lo adorna todo.
Atomium (Bruselas)
Con más de 100 metros de altura, este impresionante monumento es uno de los símbolos de la capital de Bélgica. Construido en 1957, está formado por nueve esferas de acero que pretenden representar un cristal de hierro. Se encuentra en el parque Heysel, en las afueras de la ciudad y su visita es obligatoria.
Big Ben (Londres)
Hablando de visitas obligatorias... El Big Ben no solo es el símbolo indiscutible de Londres, lo es también de Europa. ¿Quién no ha crecido escuchando hablar del enorme reloj que corona los cielos de la ciudad? ¿Quién no ha soñado con quedar a sus pies en algún momento de su vida? Es, como decimos, un símbolo, y por ello debe ser visitado.
Coliseo (Roma)
Conocido a nivel mundial, visitando por millones de personas, admirado en todos los rincones... El Coliseo de Roma nos lleva de vuelta a la antigüedad, nos transporta a otra época y nos hace soñar con los primeros siglos de nuestra civilización. Lleva en pie desde el siglo I y los italianos se esfuerzan mucho por conservarlo, pues nadie quiere que caiga. Es mágico.
Partenón (Atenas)
Seguimos viajando en el tiempo y nos detenemos, durante unos instantes, en Grecia, para hablar de la Acrópolis de Atenas en general y del Partenón en general. Como sucede con el Coliseo, resulta difícil no sorprenderse cuando uno se da cuenta de cuántos siglos lleva el Partenón dejando sin palabras a las personas.
Puerta de Brandenburgo (Berlín)
Construida a finales del siglo XVIII, la Puerta de Brandenburgo sirvió como acceso a la nueva ciudad de Berlín y hoy en día es uno de los símbolos de ésta... Y también de Alemania. Con casi 30 metros de altura, ha sido testigo de varios de los acontecimientos más importantes de Berlín y por tanto de Europa. Forma parte de nuestra historia y ha de ser visitada.
Torre de Pisa (Pisa)
Como sucede con el Big Bang, la Torre de Pisa constituye uno de esos monumentos con los que todos crecemos, pues su existencia es tan singular que las historias se cuentan desde hace años y empieza a llamar la atención desde edades muy tempranas. Es la torre campanario del Duomo de Pisa, al que ha superado en popularidad por lo evidente. Está torcida desde el principio de su construcción, que empezó en el siglo XII. Su contemplación os dejará boquiabiertos.
Torre Eiffel (París)
Solo podíamos terminar de esta manera: con el que probablemente sea el monumento más conocido a nivel mundial. La Torre Eiffel es la guardiana de la ciudad de la luz y un símbolo no solo para los parisinos o los francesas: también lo es para los europeos, para la era moderna. Fue construida en hierro, mide 300 metros, se encuentra a los pies del Sena y recibe más de 7 millones de visitantes al año, convirtiéndose en el monumento que cobra entrada más visitado del mundo.