Europa
Cuando se ruedan películas o se crean mundos en cintas de animación, la ubicación es siempre esencial y está muy bien pensada. Algunos de los lugares en que suceden las ficciones son totalmente imaginarios, otros están basados o inspirados en cierto lugar, y a veces son destinos que existen en la vida real. El escenario de la exitosa animación de Disney, Frozen el reino de Arandelle, se inspiró en un fiordo muy real de Noruega, el fiordo de Geirangerfjord. Un espacio natural verdaderamente impresionante por su ubicación y por su belleza, tanto, que también es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El Geirangerfjord, con sus aguas profundas y azules, está rodeado de imponentes picos nevados, cascadas y una frondosa vegetación. Está situado en la parte occidental de la provincia de Møre og Romsdal, a unos 100 kilómetros de la ciudad de Ålesund al norte del país. El Geirangerfjord abarca unos 15 kilómetros y es una de las áreas más turísticas de Noruega. A lo largo del mismo hay impresionantes cascadas, como la de Syv Søstrene o Siete Hermanas, la de Brudesløret o Velo Nupcial o la de Friaren o Pretendiente. Algunas heladas durante el invierno que seguramente inspirarón y mucho a los animadores de la película de Disney. Tras un viaje a Noruega, sus creadores no tuvieron la más mínima duda en reproducir fielmente la impresionante belleza de los Fiordos Noruegos y su visión de las mágicas Auroras Boreales. En invierno, esta región ofrece sobre todo una impresionante oferta de esquí. Lugares únicos que solo puedes encontrar en el reino del hielo. ¿Qué tal esquiar desde las cumbres, a más de 1.500 metros sobre el nivel del mar, hasta el mismo fiordo y sus azuladas aguas? Ascensiones a las cumbres de los Alpes de Sunnmøre que te permitirán bajadas de 4.600 metros hasta el fiordo, una experiencia muy gratificante que nunca olvidarás. Y la estación de esquí de Strandafjellet, es el paraíso noruego de la nieve en polvo. Desde que se estrenó el mundo helado de Disney, la locura por Geirangerfjord ha crecido notablemente. La oscarizada película de Disney ha conquistado el mundo con su conmovedora historia y sus efectos visuales, pero ha conseguido algo más, y es que todos tengamos el deseo de visitar Noruega. Losartistasque trabajaron enesta películahicieron uncrucero en barcoa través deGeirangerfjordpara inspirarse y los cineastas pasaron varios meses en Noruega. La película refleja la belleza de los fiordos noruegos, su arquitectura, las iglesias de madera, las luces del norte. Un mundo en el que en la vida real no cuesta mucho imaginar a Svenn, el muñeco de nieve Olaf y a las protagonistas Ana y Elsa. Sin duda, un destino estupendo al norte de Noruega en el que dejar volar la imaginación.