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Europa

Oporto, belleza a orillas del Duero

La capital del norte de Portugal
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Es la segunda ciudad más grande de Portugal, por detrás de Lisboa, y también una de las más bellas. Oporto presenta una estética decadente que se funde con las villas señoriales y los callejones estrechos, los mismos que la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad. En ella desemboca el río Duero y es probablemente esa característica la que le otorga un halo de misterio inconfundible, de alegría por la llegada y tristeza por la despedida. Oporto es una ciudad que merece la pena conocer a pie, disfrutando paso a paso de su casco urbano, repleto de historia y una pizca de nostalgia. Está dividida en barrios de todos los estilos, elegantes, históricos y monumentales, todos ellos con azulejos en tonos azules como seña de identidad y un tranvía del siglo XIX que recorre sus calles lentamente y aún mantiene tres líneas activas. Además de poseer seis puentes que cruzan el Duero y comunican la ciudad. Como todas las ciudades abiertas al mar, Oporto es cosmopolita, sin dejar nunca de lado su característico ambiente casi decadente. Y qué decir de su gastronomía, desde sus famosos vinos dulces de Oporto –cuyos viñedos y bodegas se aglutinan en la cercana Vila Nova de Gaia- hasta caprichos típicos como una francesinha, una especie de sándwich con carne y embutidos cubierto de queso y salsa de tomate. Oporto sorprende a cada paso y siempre se guarda en el tintero numerosos secretos que provocarán en los visitantes una sensación de querer volver. Te contamos cuáles son algunas de las visitas obligadas que debes hacer en esta mágica ciudad. Fotos: Oporto.info y Visit Portugal