DINAMARCA
Ponemos rumbo a la capital de Dinamarca para conocer la historia de una de sus grandes joyas arquitectónicas: el Palacio Amalienborg.
Viajamos a Copenhague, una de las ciudades más sorprendentes que podemos encontrar en el norte de Europa. Cada rincón de su casco antiguo logra dejarnos sin palabras. Es evidente que la capital de Dinamarca es un destino absolutamente perfecto. ¡En todos los sentidos!
Muchos son los monumentos, edificaciones y rincones que llaman poderosamente la atención. Uno de los lugares más visitados por turistas y habitantes de Copenhague es el Palacio de Amalienborg, situado a pocos metros de la Iglesia de Mármol. Estamos ante la residencia de la realeza danesa.
Es importante tener en cuenta que no es un único palacio, sino que estamos ante un complejo palaciego ubicado en el centro de Copenhague y formado por nada más y nada menos que cuatro palacios, construidos alrededor de una imponente plaza. En el mismo centro, encontramos la estatua de Federico V. Este Rey fue quien ordenó, a mediados del siglo XVIII, la construcción de estos palacios.
Debemos saber que el paso de la realeza por Amalienborg, en un primer instante, fue temporal. El histórico incendio que arrasó el Palacio de Chrisiansborg provocó que la familia real tuviera que trasladarse a Amalienborg y establecerlo como residencia habitual.
¿Cómo se llaman y quién reside en cada palacio?
El primero en nombrar, como no podía ser de otra manera, es el Palacio de Frederick VIII. En este lugar reside Federico, príncipe heredero de Dinamarca junto a su familia.
El segundo en cuestión es el Palacio de Christian VII, que se utiliza para celebrar numerosos eventos.
El Palacio de Christian VIII es el único de los cuatro que está abierto al público y, además, alberga el Museo de Amalienborg. En él, se expone la historia de la monarquía a través de fotografías, retratos e incluso estancias reales. Nos hace retroceder 150 años en la historia.
Por último, se encuentra el Palacio de Christian IX, que es donde se encuentra Margarita II. Un dato curioso es que, si la bandera está izada, la Reina se encuentra en ese lugar.
No te puedes perder el cambio de guardia
Sin duda, uno de los atractivos del Palacio Amalienborg de Copenhague es, precisamente, el cambio de la Guardia Real. ¡Y no es para menos! Esto sucede todos los días, a media mañana. ¡Y no deja indiferente a nadie! Los soldados reales comienzan su recorrido a las 11:30 horas desde otra histórica construcción, el Castillo de Rosenborg.
Desde ese punto, desfilan por Ostergade, Kongens Nytorv hasta llegar al Palacio de Amalienborg. Es importante tener en cuenta otro detalle: y es que el cambio de la Guardia Real únicamente se celebra al son de la Orquesta Real cuando la Reina está en palacio.