FRANCIA

Palacio Longchamp de Marsella ¿sabes por qué es conocido como el “château de agua”?

Es el momento más que perfecto para conocer la historia del Palacio Longchamp, uno de los grandes símbolos de la ciudad francesa de Marsella.

Palacio Longchamp de Marsella ¿sabes por qué es conocido como el “château de agua”?Imagen de Georges Seguin (Okki) en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

Marsella es una de las ciudades francesas que más turistas recibe año tras año. En ella, podemos encontrar un gran número de monumentos y edificaciones que no dejan absolutamente indiferente a nadie. De hecho, una de las paradas obligatorias si decides visitar esta ciudad francesa es, sin lugar a dudas, el Palacio de Longchamp.

Estamos ante un complejo palaciego que destaca por tener un estilo neoclásico-segundo imperio. Es tan sumamente importante, tanto a nivel histórico, arquitectónico como cultural, que es considerado como uno de los monumentos más emblemáticos de Marsella. ¡Y no es para menos!

Esta edificación recibe el curioso nombre de “château de agua”, y todo por su función original. Además, consta de diversas entidades. En primer lugar, del pabellón-torre de agua central, del agua extraída del Duran para abastecer a Marsella. Por si fuera poco, se encuentra el Museo de Bellas Artes así como el Museo de Historia Natural de Marsella.

Palacio de Longchamp | Pxhere

¡Pero hay más! Porque en el Palacio Longchamp encontramos un jardín público justo delante, pero también un parque detrás. En este punto, de hecho, no solamente encontramos un jardín botánico y un jardín zoológico, sino también nada más y nada menos que el Observatorio de Marsella. Uno de los puntos a destacar respecto al Palacio de Lonchamp es que es considerado como monumento histórico de Francia desde 1974.

El Palacio Longchamp de Marsella, a través de su historia

Para comenzar, debemos saber que se decidió construir el canal de Marsella en el siglo XIX como uno de los grandes proyectos de la historia de la ciudad. Su objetivo era claro: abastecer a Marsella de agua potable ante la falta de la misma como consecuencia del rápido desarrollo de la ciudad. Para ello, debían desviar el agua del río Durance.

Un dato curioso es que el inicio de esta obra coincidió, de manera directa, con una histórica sequía en la primera mitad del año 1834. Algo que, evidentemente, supuso una auténtica catástrofe para los habitantes de la ciudad de Marsella. Lejos de que todo quede ahí, tan solo unos meses después, la ciudad sufrió unas importantes lluvias torrenciales.

Tras el desbordamiento del Jarret y el Huveaune se produjeron históricas inundaciones. Y estas, a su vez, provocaron dos epidemias de cólera, una de ellas en 1834 y la otra en 1839. Es decir, cuando las obras de este canal acababan de comenzar, haciendo que la llegada del agua potable fuera cada vez más urgente.

Palacio de Longchamp | Pxhere

La primera piedra la colocó el duque de Orleans en noviembre de 1839, y las obras no finalizaron hasta pasados 30 años. Una tardanza que se debió a problemas de financiación y normativas municipales de aquel entonces. El mismo duque jamás llegó a ver la obra finalizada. Un dato a tener en cuenta es que, para celebrar el éxito que supuso la traída del agua, se construyó el magnífico palacio que lleva el mismo nombre de la avenida donde está ubicado.

El creador de esta obra fue nada más y nada menos que Henri-Jacques Espérandieu, quien no dudó en diseñar el proyecto en torno a la torre de agua, con elementos relacionados con el agua como son fuentes o, incluso, cascadas. Entre las estatuas esculpidas, encontramos un león con un muflón, un tigre con una cierva, otro tigre con una gacela e, incluso, otro león acabando con la vida de un jabalí. Unas figuras en las que se puede apreciar el paso del tiempo, debido a la erosión. Sea como sea, pasear por el Palacio de Longchamp es algo que debes hacer sí o sí si te animas a conocer Marsella. ¡No te dejará indiferente!