CHILE
Viajamos hasta la capital de Chile para conocer la historia que esconde su imponente Palacio de la Moneda.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo hasta Santiago de Chile. Se trata de una ciudad verdaderamente sorprendente, repleta de rincones, monumentos y construcciones que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos en el Palacio de la Moneda.
Para conocer su historia, debemos viajar hasta el año 1730. Por aquel entonces, la economía de Chile estaba sufriendo una gran depresión. Por ese mismo motivo, tan solo un par de años después, el Cabildo de Santiago dio el paso de hacer una solicitud al Rey de España: establecer una casa de moneda en la ciudad.
En ese momento, la Corona no tenía los recursos suficientes para hacer frente a algo así. Por lo tanto, quisieron que fuera un particular el que asumiera los costes. Así pues don Francisco García Huidobro, un reconocido y adinerado comerciante español que estaba afincado en Santiago de Chile, fue nombrado como Tesorero Perpetuo.
Fue él quien se hizo con la propiedad del Palacio Viejo, donde en septiembre de 1749 se acuñó la primera moneda de oro, con la imagen del Rey Fernando VI. Tras la muerte de don Francisco García Huidobro, la Casa de Moneda fue trasladada a un antiguo colegio jesuita, situado junto a la Iglesia de la Compañía.
A pesar de los esfuerzos, lo cierto es que las instalaciones no eran las adecuadas. Así pues el Gobernador Agustín Jáuregui, en 1780, propuso construir una edificación para la Casa de la Moneda. El proyecto de Joaquín Toesca y Ricci, reconocido arquitecto, fue el escogido para este cometido. Fue él quien dirigió un gran número de obras ordenadas por el Rey Carlos III.
De esta forma, el romano creyó oportuno construir el edificio en el lugar en el que estaba ubicado el Colegio Carolino. En 1784 empezaron las obras y, tan solo un año después, llegaron los materiales. En 1799, el arquitecto falleció por lo que no pudo ver terminada su obra. Ésta la continuó Agustín Cavallero, uno de los ingenieros militares más reconocidos.
No fue hasta 1805 cuando se dio por inaugurada la Real Casa de Moneda de Santiago de Chile. Muchos son los que consideran que se trata del edificio civil de la América Colonial más armonioso y sorprendente. Y es que es de estilo neoclásico puro, pero también cuenta con ciertas influencias del dórico romano.
En 1846, por petición del Presidente Manuel Bulnes, esta edificación pasó a ser nada más y nada menos que residencia presidencial y sede del gobierno. Eso sí, hasta el año 1922, en este mismo lugar se realizaron labores de acuñación. A lo largo de los años, la construcción ha sufrido diversas modificaciones. La última de las reformas, fue como consecuencia de su destrucción en 1973, por el golpe militar. Sea como sea, en la actualidad, tanto por su arquitectura como por su historia, hace que estemos ante un edificio de un enorme valor. En todos los sentidos.