Palacio de la Paz de La Haya: ¿Sabías que muchos elementos para su construcción fueron donados por varios países?

Viajamos hasta la ciudad de La Haya, para conocer la historia de una de sus edificaciones más significativas. Estamos hablando, cómo no, del Palacio de la Paz. Popularmente se le conoce como “Sede del Derecho Internacional”, ya que en él encontramos desde la Corte Internacional de Justicia hasta la Corte Permanente de Arbitraje, pasando por la Biblioteca del Palacio de la Paz y la Academia de Derecho Internacional.

Pero ¿cuál fue el motivo por el que se decidió erigir este Palacio de la Paz? Para conocer el origen, debemos viajar hasta el año 1900. Por aquel entonces, tuvo lugar una discusión entre los diplomáticos Friedrich Martens (ruso) y Andrew White (estadounidense). El objetivo era que la Corte Permanente de Arbitraje tuviera su propio hogar. Una institución que surgió gracias a la primera Conferencia de la Paz realizada en La Haya.

Andrew White se puso en contacto con Andrew Carnegie, quien se mostró interesado en donar dinero para crear una Biblioteca de Derecho Internacional. Pero el diplomático estadounidense logró convencerle de apostar por esta construcción. De ahí que en 1903, Carnegie autorizara la donación de un millón y medio de dólares para erigir un “templo de la Paz”. Pero, eso sí, tendría que contar con la Biblioteca que él anhelaba.

En un primer momento, el objetivo de Andrew Carnegie era donar esa cantidad de dinero, directamente, a la Reina Guillermina para la construcción de un palacio. No se pudo hacer efectivo por diversos problemas legales. Fue entonces cuando, a finales de 1903, se creó la “Carnegie Foundation” cuyo objetivo era construir y gestionar la propiedad.

El próximo objetivo era encontrar un diseño, por lo que la fundación decidió hacer un concurso público de carácter internacional. Fue Louis M. Cordonnier, reconocido arquitecto francés, quien obtuvo la victoria con su propuesta neorrenacentista. Para poder ajustarse al presupuesto con el que contaban, Cordonnier tuvo que hacer algunas modificaciones en el diseño.

Un ejemplo claro lo encontramos en que, en el proyecto inicial, el Palacio contaba con dos enormes campanarios al frente y dos pequeños al posterior. En la construcción, solo se mantuvieron dos torres: una grande y una pequeña. Pero no solo se ahorró dinero, sino que se ganó en practicidad. Y es que la Biblioteca, que en un primer instante estaba diseñada para estar fuera del Palacio, finalmente se decidió incorporarla a la estructura.

Si hay algo que llama la atención de este Palacio de la Paz es que está repleto de regalos de diferentes países. La madera fue donada por Estados Unidos e Indonesia, mientras que el mármol era un regalo de Italia. Las alfombras de pared son de Japón, las Alfombras Persas de Irán y el reloj de la Torre del Reloj, de Suiza. No podemos dejar de mencionar las puertas, de Bélgica, y hasta un imponente florero, de Rusia.

Fue en el año 1907 cuando, simbólicamente, se colocó la primera piedra, coincidiendo con la celebración de la Segunda Conferencia de la Paz. Y es que la construcción, como tal, no comenzó hasta varios meses más tarde. No fue hasta finales de agosto de 1913 cuando este Palacio de la Paz se inauguró.

Desde 1999, frente a las puertas de esta edificación, se encuentra la conocida como “Llama de la paz eterna”. Otro año a destacar es el 2007, cuando la reina Beatriz fue la encargada de abrir las puertas a ese nuevo edificio de la ya histórica Biblioteca del Palacio de la Paz, dedicada al Derecho Internacional.