FRANCIA
Es el momento de conocer la historia que hay detrás de uno de los edificios más importantes de París: el Palacio de las Tullerías.
Viajamos a la ciudad de París para conocer una de las edificaciones más importantes de la historia de la capital de Francia. Estamos hablando, cómo no, del Palacio de las Tullerías. Se construyó a modo de “Maison de Plaisance” para la reina Catalina de Médicis.
A pesar de todo, hay que tener en cuenta que el Palacio de las Tullerías apenas fue utilizado hasta el año 1789. Esta fecha coincide, por tanto, con la histórica Revolución francesa. En ese momento, tanto Luis XVI como su familia decidieron cambiar su residencia de Versalles a las Tullerías.
Desde ese mismo momento, este Palacio se convirtió en residencia de la realeza francesa en el siglo XIX. Tal es la importancia de este edificio que, entre los años 1789 y 1870, el Palacio de las Tullerías se convirtió en nada más y nada menos que el centro político de Francia. ¡Espectacular!
Hay que tener en cuenta que 1871 fue un año clave en la historia de esta edificación. Y es que se convirtió en uno de los incendiados por varios miembros de la llamada Comuna de París. En 1883, el nuevo régimen republicano decidió destruir este palacio de manera definitiva.
De hecho, de esa antigua construcción, tan solo se conserva el jardín de las Tullerías en el que encontramos varios museos. Esto nos da una idea del lugar exacto en el que se encontraba este Palacio: entre el jardín que lleva su nombre y lo que conocemos actualmente como Museo del Louvre.
El Palacio de las Tullerías de París, a través de sus orígenes
El palacio comenzó a tomar forma a través de diferentes ampliaciones sobre una fortaleza medieval. Las obras más significativas se llevaron a cabo bajo las órdenes de la mujer del Rey Enrique II, Catalina de Médicis. Precisamente fue ella quien propuso erigir el jardín, siendo el único elemento de este Palacio que encontramos en la actualidad.
De esta manera, Catalina pidió a Jean Bullant y Philibert Delorme, reconocidos arquitectos, que erigieran un palacio. Un palacio que contaba con un pabellón central, el del Reloj, rematado por una inmensa cúpula. Y, además, con un pabellón a cada lado, el del Norte y el del Mediodía
Pero fue el Rey Enrique IV el que tuvo la idea de unificar el Palacio de las Tullerías con el Palacio del Louvre, creando dos imponentes galerías. Con el paso del tiempo, muchos son los rostros conocidos que han residido en este lugar. Desde diversos Reyes de Francia hasta el Papa Pío VII.
Pero no podemos dejar de mencionar a Napoleón I que, desde su proclamación, convierte al Palacio de las Tullerías en la residencia imperial. Pasado el tiempo, y como consecuencia del exilio de Carlos X, el palacio quedó deshabitado ya que Luis Felipe I prefería hospedarse en el Palais Royal. Esta situación duró hasta la llegada del Segundo Imperio.
Tras la caída del mismo, La Comuna hizo que el Palacio de las Tullerías se convirtiera en un teatro y lugar de fiestas. En mayo de 1871, muchos fueron los que acudieron a tres conciertos que se celebraban en este mismo punto. Eran, sin embargo, el preludio del incendio puesto que se quería que todos estuvieran de acuerdo en esa drástica decisión. De ahí viene la famosa frase de Bergeret: “Cuando deje las Tullerías, las Tullerías serán cenizas”.