Palacio de Yildiz, el Palacio de la Estrella de Estambul

Estambul se ha convertido en una de las ciudades europeas que más turistas recibe con el paso de los años. Esto no es producto de la casualidad, ya que cuenta con un gran número de rincones, monumentos y edificaciones que son capaces de dejar completamente sin palabras a cualquiera.

Una de las construcciones que más llama la atención es, sin lugar a dudas, el Palacio de Yildiz. Traducido como “Palacio de la Estrella”, estamos ante un imponente complejo de villas imperiales otomanas. Bien es cierto que, en su origen, esa no era su utilidad. Y es que se empezó a construir a modo de jardín del Palacio de Çiragan, que se reedificó a mediados del siglo XIX.

Coincidiendo con la ascensión de Abdul Hamid II, conocido sultán, el Palacio de Yildiz se fue ampliando hasta llegar a lo que conocemos en la actualidad. Es más, el sultán no dudó en instalarse en este lugar. Por lo tanto, esta edificación pasó a convertirse en la cuarta sede del gobierno otomano en Constantinopla.

Uno de los puntos clave en la historia del Palacio de Yildiz llegó tras la revolución de los Jóvenes Turcos, así como el derrocamiento de Abdul Hamid II. Y es que esta construcción dejó de tener tanta importancia a nivel gubernamental. A pesar de todo, sí que fue utilizado por Mehmed V y Mehmed VI, sus sucesores. Tras varias décadas de deterioro por su abandono, el complejo se restauró a finales del siglo XX.

El Palacio de Yildiz, a través de sus orígenes

Para comenzar, debemos tener en cuenta un dato realmente crucial. Y es que, a finales de la Edad Media, esas colinas que bordean el Bósforo desde Besiktas hasta Ortakoy eran propiedad de la conocida como Casa de Osmán. Por si fuera poco, fueron lugares tanto de recreo como de caza para un gran número de sultanes.

Por ese mismo motivo, la zona estaba constantemente vigilada por un gran número de guardias. El origen del Palacio de Yildiz podría estar en una pequeña mansión de madera que fue edificada, a principios del siglo XVII, por el sultán Ahmed I. Él no fue el único que frecuentó este lugar, ya que también lo hizo Murad IV.

A pesar de todo, la zona no era más que algo así como un pequeño “parque” de diversos palacios que se encontraban en la zona, a orillas del Bósforo. De hecho, se podría decir que la estructura más antigua que se conserva en la actualidad es una fuente, que se edificó en 1805 por orden del sultán Selim III. Lo hizo para recordar a Mustafa III, su padre.

A pesar de todo, fue Mihrisah Sultan, la madre de Selim III, la que se encargó de crear esos primeros jardines, lo que en la actualidad conocemos como Parque de Yildiz. Fue el sultán Mahmud II quien se encargó de dar nombre a la zona. Y es que, tras abolir a los Jenízaros, convirtió este lugar en un campo de maniobras militares para su nuevo ejército.

Fue en 1834 cuando decidió edificar un imponente pabellón bajo el nombre de Yildiz, para poder observar cómo se llevaban a cabo todas y cada una de esas mencionadas maniobras. Hay quien asegura que el nombre fue otorgado por Abdülmecid I, hijo de Mahmud II. Al parecer, no dudó en regalar este pabellón a una joven llamada Yildiz.

El Palacio de Yildiz, en la actualidad

Tras la caída del Imperio Otomano, esta edificación ha tenido un gran número de usos. Entre ellos, la de casino de lujo. En la actualidad, es un museo con impresionantes jardines en los que se realizan diversas recepciones privadas, así como eventos. En el Palacio de Yildiz, a su vez, también podemos encontrar la oficina de Organización para la Cooperación Islámica en Estambul.

Esta edificación está ubicada en el distrito de Besiktas, y está abierto todos los días de 09:30 a 16:00 horas (excepto lunes y jueves), desde octubre hasta febrero. El resto de meses del año, está abierto desde las 09:30 hasta las 17:00 horas. Si tienes la oportunidad, ¡no dudes en dejarte llevar por la magia que desprende el Palacio de Yildiz!

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