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CURIOSIDAD EN EL VÉNETO

Palmanova, la ciudad-fortaleza más perfecta y bella del mundo

Vista desde el aire, es majestuosa. Así lo quiso Vincenzo Scamozzi, el arquitecto que la desarrolló, con una gran estrella de nueve puntas exterior y un hexágono central como plaza mayor.

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Al noreste de Italia, en el Véneto, y muy cerca de Venecia, se encuentra uno de esos rincones que parece que no existen de verdad, de lo bellos que son. Una localidad, Palmanova, que ha sido creada bajo plano de la nada, formando una de las fortalezas más bellas del mundo.

Palmanova es la obra maestra de la arquitectura militar veneciana, una ciudad fortaleza diseñada y construida para defender la región de los turcos y cuyo artífice es el artista y arquitecto Vincenzo Scamozzi. Él imaginó un modelo de ciudad única en su género, con una forma de estrella de nueve puntas perfectamente simétrica y un centro materializado en la plaza central de la ciudad. Fue concebida como una máquina de guerra: el número de baluartes y la longitud de los lados se establecieron de acuerdo con el alcance de los cañones de la época.

Las nueve puntas son los límites de la fortaleza, y las casas y edificios importantes se han ido creando en torno a círculos concéntricos en torno a la plaza, permitiendo seis radiales perfectas que salen de cada arista del hexágono que es la plaza principal. El resultado, como una gran ficha del Trivial Pursuit, pero con el engalanado de la estrella.

Al centro histórico de Palmanova se llega a través de tres puertas monumentales, llamadas Aquileia, Udine y Cividale, respecticavamente. Da un poco igual cuál tomemos, ya que, al final, siempre desembocaremos en el mismo lugar: la Piazza Grande, el antiguo patio de armas. Allí también se encuentran los edificios más elegantes e importantes, como la Catedral o el Museo Cívico Histórico, donde se encuentran las armas, reliquias y documentos que ilustran la historia de la ciudad-fortaleza desde su nacimiento hasta la Segunda Guerra Mundial.

Y es que, al ser una ciudad de nueva planta, allí todo está fechado. Palmanova nació el 7 de octubre de 1593, día de Santa Justina, que se convirtió en patrona de la nueva ciudad; con motivo del aniversario de la batalla de Lepanto contra los turcos ese mismo día, pero 22 años antes, en 1571.

Durante dos siglos, la ciudad formó parte de la República de Venecia. No fue hasta 1797 que no pasó a manos de otro país, en este caso Francia. El ejército de Napoleón la tomó, para luego entrar dentro del Imperio Austrohúngaro hasta 1805. No volvería a formar parte de territorios italianos como tal hasta 1806.

Durante la Primera Guerra Mundial, Palmanova fue un lugar de importancia crucial, en tanto que ejerció como sede de hospitales, almacenes y tropas. Con la derrota de Caporetto, la ciudad sufrió una severa devastación, de la que no se recuperó tampoco tras la Segunda Guerra Mundial.

En 1960, el Gobierno italiano decretó a Palmanova como Monumento Nacional. Y ahora busca un lugar dentro del turismo del Véneto, en tanto que buena parte de las infraestructuras, muchas de ellas militares hasta hace unas décadas, han sido abandonadas. Sobrevolarla es una de las mejores ideas que puedes tener si estás allí, así como andar por sus calles concéntricas. Toda una experiencia.

Más información:
Turismo del Véneto