ITALIA
Viajamos hasta Roma para conocer la historia y algún que otro dato curioso de uno de sus edificios más significativos: el Panteón de Agripa.
Ponemos rumbo a Roma, una de las ciudades europeas más espectaculares y que más visitantes recibe año tras año. Recorrer su casco antiguo es sencillamente mágico, ya que encontramos un gran número de monumentos y edificaciones que cuentan con una gran historia detrás. Un claro ejemplo lo encontramos, como no podía ser de otra manera, en el Panteón de Agripa.
Popularmente conocido como Panteón de Roma, es sin lugar a dudas una de las grandes obras maestras de la arquitectura en esta ciudad. Es más, se trata del edificio mejor conservado de la antigua Roma. El paso del tiempo ha provocado que sea una de las construcciones más fotografiadas.
El Panteón de Agripa de Roma, a través de su historia
Para comenzar, debemos tener en cuenta que la construcción de este Panteón se llevó a cabo en el año 126 d.C., durante la época de Adriano. Recibe este curioso nombre porque se construyó en el mismo lugar en el que, en el año 27 d.C., se encontraba ese Panteón de Agripa, erigido por Marco Agrippa y que fue destruido en el año 80 d.C. como consecuencia de un incendio.
A principios del siglo VII, este edificio fue donado al Papa Bonifacio IV. Él fue quien se encargó de transformar el Panteón en una iglesia. Cuenta con una fachada rectangular que oculta una imponente cúpula con un diámetro mucho mayor que la de la Basílica de San Pedro. Consta de un total de 16 columnas de granito de, aproximadamente, 14 metros de altura. Sobre ellas, se puede leer la siguiente inscripción “M.AGRIPPA.L.F.COS.TERTIVM.FECIT”, que significa nada más y nada menos que “Marco Agrippa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, lo construyó”.
En la actualidad, el Panteón de Agripa es considerado como el edificio romano mejor conservado de todo el mundo. Cuenta con una belleza y una armonía tan perfectas que, hasta 14 siglos más tarde, nadie se atrevió a hacer una obra similar. De hecho, Miguel Ángel aseguró que esta edificación contaba con un “diseño angélico y no humano”.
Debemos saber que, desde el Renacimiento, este Panteón fue utilizado como sede de la conocida como Academia de los Virtuosos de Roma. De esta manera, se convirtió en sepulcro de varios italianos reconocidos en la historia: desde Rafael de Urbino hasta Vittorio Emanuele II, Umberto I y su esposa Margherita, entre otros. Actualmente, a pesar de ser un monumento histórico, en el Panteón se siguen celebrando misas pero, sobre todo, bodas.
El Panteón de Agripa de Roma, a través de sus curiosidades
Una de las más sonadas tiene que ver, precisamente, con la cúpula, ya que es la mayor cúpula de hormigón en masa de toda la historia. Cuenta con un diámetro de casi 44 metros y un peso de 4535 toneladas. Lejos de que todo quede ahí, hay que tener en cuenta que fue realizada sin una armadura de acero en su interior. ¡Casi nada!
Otra cuestión que llama poderosamente la atención es el óculo del techo del Panteón, que permite la entrada de la luz pero también de la lluvia. De ahí que el pavimento de la sala circular sea un poco curvo y la parte central unos 30 centímetros más alta. Y todo para que la lluvia vaya hacia el canal del desagüe que podemos encontrar en todo el perímetro.