ISRAEL
El Parque Nacional de Sussita, que guarda la antigua ciudad de Hippos y excelentes vistas del mar de Galilea, era uno de los secretos mejor guardados de Israel porque jamás se había abierto al público, hasta ahora.
Antes de su apertura al público el Parque Nacional de Sussita se ha preparado para recibir tanto a los amantes de la historia como a los peregrinos que llegan hasta aquí buscando visitar la que fue una de las Decápolis, es más, fue probablemente la ciudad sobre una colina referida por Jesús en su sermón en el Monte de las Bienaventuranzas; hace más de 20 años que sabemos que hay arqueólogos trabajando en el Parque Nacional de Sussita, tanto en las excavaciones propiamente dichas como en el acondicionamiento del parque para que pudiera llegar a ser visitado por peregrinos y turistas y ahora por fin podremos descubrir personalmente todo lo que han descubierto en estos años. Cuando llegues a Sussita no tienes más que buscar el antiguo Decumanus Maximus, que es una gran avenida central, recorriéndola llegarás los lugares más importantes del parque ¿cuáles son? Eso es lo que vamos a contarte a continuación:
En el Parque Nacional de Sussita podremos gozar de los impresionantes hallazgos arqueológicos de la época romana y bizantina de la antigua ciudad de Hippos: el Foro con su depósito de agua en el centro, la plaza central de la ciudad, los restos de una basílica y el Ordenó, que era un pequeño teatro cubierto; también se conservan restos de ocho iglesias junto a la mayor de las cuales había un Baptisterio en el que se celebraban bautismos cristianos.
Además de preparar los restos arqueológicos para que podamos visitarlos también se han acondicionado dos edificios históricos de las Fuerzas de Defensa, una que sirve en la actualidad como centro de visitantes y donde se puede disfrutar de la proyección de una película ilustrativa sobre la antigua Sussita y otra centrada en la historia de Sussita ya en la época moderna.
Sobran las razones para visitar Israel porque no son pocos los lugares de interés turístico e histórico, más allá incluso de la fe, que guarda este país mediterráneo, ahora tiene uno más: el Parque Nacional de Sussita.