Un viaje de cine
A3 Media patrocina Los Japón, una curiosa historia que narra la relación de la localidad sevillana de Coria del Rio con Japón y el porqué de que muchos de sus habitantes se apelliden Japón.
Coria del Rio es una hermosa localidad que se sitúa en la margen derecha del Río Guadalquivir, al sur de Sevilla. El rio es navegable al paso de Coria del Rio y eso permite ver un espectacular paisaje. Su privilegiada situación ha hecho que sea guardiana de mucha historia: aquí dice la leyenda que desembarcó Santiago Apostol, estuvo invadida por los vikingos y aquí se estableció un grupo de samuráis que se quedó a vivir y tuvo una gran descendencia. En el año 1617, el embajador japonés Hasekura llegó a esta población acompañado de su séquito de samuráis y nunca regresaron a Japón. Es curioso que en la actualidad más de seiscientas personas lleven el apellido Japón, ya que son descendientes de esos caballeros.
Vamos a conocer alguno de los lugares que es imprescindible visitar si nos acercamos a esta población de 30.000 habitantes, que se ubica a 12 kilómetros de Sevilla. Su urbanismo está condicionado por el río que parte la ciudad en dos: la barriada de Extramuros y la mayor parte de la población que se agrupa en el margen derecho del río.
Hay que visitar Los Jardines de Carlos Mesa, muy cerca de la ribera del rio. En estos jardines está el Monumento a Hasekura Tsunenaga. Hay que pasear por esta ribera fluvial que continúa hacia el norte donde encontraremos el Monumento conmemorativo de la primera Vuelta al Mundo. Aquí es un buen lugar para tomar un café en una de sus terrazas. Desde esta zona podemos coger una barca que nos llevará al margen izquierdo y acercarnos a Dos Hermanas y la Isla Menor. El Cerro de San Juan que domina la población y en él se encuentra la ermita de San Juan –también llamada Vera Cruz-; es una iglesia mudéjar de arcos transversales.
Llegaremos al centro urbano y quedaremos impresionadas por la blancura de sus casas y su Ayuntamiento y la Iglesia de Nuestra Señora de la Estrella. Esta iglesia es de origen mudéjar y tiene un hermoso artesonado de madera; ha sido reformada en el siglo XVII y es la sede de la Hermandad del Cristo del Gran Poder. También hay que visitar las hermosas capillas que se reparten por Coria: la capilla del Rocío, la del Cautivo, la capilla de la Soledad y la de San José.
Imprescindible también es el Museo de la Autonomía de Andalucia y Casa de Blas Infante. Aquí se encuentra el Centro de Estudios Andaluces, salas de exposiciones y la casa de Blas Infante: de estilo mudéjar y prototipo de la construcción histórica de la zona.
Y no podemos marcharnos de Coria del Rio sin probar su deliciosa gastronomía. En los bares y restaurantes de la zona tenemos que comer sus deliciosas aceitunas de aperitivo; el típico pescado llamado albur: frito, en adobo o en lata; el camarón; las huevas de saboga y el barbo. Unas exquisiteces que son típicas de la zona y que nos servirán con toda la gracia de la que solo los sevillanos son capaces.