RECIBE 35.000 PERSONAS AL DÍA
El parque arqueológico de Pompeya se plantea reducir el número de visitas, con el fin de preservar las ruinas en el mejor estado posible. Se trata de uno de los yacimientos más importantes de Italia, que recibe casi 35.000 visitas al día y que ha sufrido, tras la erupción del Vesubio que la enterró, huelgas, desprendimientos e incluso hurtos en los últimos tiempos.
Pompeya se ha convertido en uno de los puntos de mayor interés arqueológico y cultural de Italia, tras su descubrimiento en 1748. Destruida y oculta desde la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., junto con otras ciudades como Herculano o Estabia, esta ciudad se consolidó como una fuente incalculable de piezas arqueológicas y descubrimientos históricos sobre la Antigua Roma.
Una de las primeras piezas que se descubrieron fue el templo de Isis, uno de los que mejor se conservaba, y además el primer símbolo egipcio que los europeos pudieron ver, ya que un viaje a Egipto se consideraba inviable en la época.
A pesar de que se piensa que numerosos objetos desaparecieron durante las excavaciones por no ser considerados de valor, poco a poco los arqueólogos tomaron conciencia de la importancia del hallazgo y empezaron a proteger las ruinas. Gracias a eso, hoy podemos observar parte de la vida cotidiana de los antiguos romanos, ya que se han encontrado restos carbonizados de su comida, ropajes o carros.
Actualmente, es visitada por casi 35.000 personas al día, lo que supone "un flujo insostenible", según el superintendente de asuntos culturales de Pompeya, Massimo Osanna.
Por este motivo, la dirección del yacimiento arqueológico se plantea reducir el número de visitas, y se puso en contacto con el ministro italiano de cultura para restringirlo a 15.000 o 20.000 personas por día. Osanna sugirió también la creación de itinerarios programados, porque "es impensable reunir a una masa de gente en la zona de excavaciones".
El principal peligro llega ahora, como ha afirmado el superintendente, ya que a partir del primer domingo de junio, la entrada al yacimiento será gratuita, y con la llegada además del buen tiempo, las visitas pueden dispararse.
Aumentar la seguridad para proteger las ruinas es, hoy por hoy, lo único que se ha decidido, pero es posible que en pocos meses visitarlas sea un poco más complicado. Si has pensado en visitar Pompeya, mejor será que lo hagas cuanto antes.