INDISPENSABLE

El pueblo medieval de Segovia que está a menos de 2 horas de Madrid y es de visita obligada en diciembre

Entre las sierras de Guadarrama y Somosierra se encuentra esta villa medieval amurallada, la cual puede presumir de ser uno de los pueblos mejor conservados y más bonitos de nuestro país. Pasear por sus calles de piedra y admirar su imponente castillo te transportarán a otros tiempos.

La provincia de Segovia limita con Valladolid y Burgos al norte, al este con Soria y Guadalajara, al sur con Madrid y con Ávila al oeste. Esta posición privilegiada en el mapa de nuestra Península, además de la cercanía a Madrid ciudad, la convierte en una zona de lo más visitada. Pero si la gente vuelve no es solo por conveniencia, sino por todo lo que tienen que ofrecer su capital y todos sus encantadores pueblos.

El que os recomendamos para el primer viaje del invierno, que está al caer, o para alguna escapada navideña, es Pedraza. Esta villa se encuentra a poco menos de 40 km al nordeste de Segovia capital, por lo que visitarlo es el complemento perfecto a un viaje de un fin de semana o incluso de un día a Segovia.

En el caso de que te interesen otro tipo de paisajes rurales, no te puedes perder lugares como Madriguera, uno de los pueblos rojos de Segovia del que hablamos hace unos meses.

Pedraza se alza entre los arroyos Encinarejo y Vadillo, afluentes al río Cega, donde durante la prehistoria se conoce que se encontraban los primeros asentamientos. Mucho tiempo después, entre los siglos X y XI, se repobló tras la Reconquista. No obstante, no fue hasta por lo menos el siglo XV que vivió su época de gran esplendor. Durante estos tiempos, su castillo y su gran muralla la convirtieron en la fortaleza de la comarca, en la que además se reunían todos los comerciantes.

Lo cierto es que Pedraza te hace viajar a tiempos medievales desde el primer momento, pues la única entrada habilitada para vehículos hacia el interior del pueblo es el Arco de la Villa. Este arco está protegido por una antigua puerta de madera que todavía se siente como lo único que separa el pueblo del mundo exterior.

El Arco es parte de la edificación de la Cárcel de la Villa, de ambiente igualmente medieval sobre todo en su interior, al cual se puede realizar una visita guiada por 4€ cualquier día de la semana a excepción de los lunes.

Toda la villa de Pedraza se encuentra excepcionalmente conservada. Sus calles de piedra y las casas blasonadas que las rodean llaman mucho la atención y transmiten un sentimiento de lo más acogedor. La más grande y emblemática, la Calle Real, une la puerta de entrada con el castillo, no sin antes cruzar su lugar más conocido y fotografiado, la Plaza Mayor.

De acuerdo con el censo de 2022, Pedraza cuenta con 341 habitantes. A pesar de no ser muchos, algunos pedrazanos cuentan con sus propios negocios dentro de la propia villa y viven especialmente del turismo. Por eso en los soportales de la plaza y en las casas a pie de calle abundan las tiendas de productos locales y, por supuesto, los restaurantes en los que reservar mesa para disfrutar de un lechazo.