La bella Riviera francesa
Éstos son, posiblemente, los 7 pueblos más bellos de la Costa Azul.
Las costas bañadas por el Mar Mediterráneo tienen un atractivo turístico propio de los paraísos terrenales con el añadido de que nos quedan mucho más a mano que las Maldivas o el Caribe; pero además, el Mediterráneo da para mucho y no es lo mismo visitar el Levante español que la costa Brava, la costa Azul o la del Sol, Capri, Nápoles, Sicilia o las islas griegas.
Y por eso, porque las costas mediterráneas dan para mucho, conviene visitarlas poco a poco, hoy nos vamos a la costa Azul, la conocida como la Riviera francesa y lo hacemos disfrutar de una ruta de siete pueblos, alguno de ellos muy conocidos, otros no tanto; son siete pueblos que nos permiten además descubrir algunos de los rincones más bellos y de Francia en sus alrededores; no están lejos los unos de los otros, de hecho si fuésemos directos y sin parar desde nuestra primera escala -Saint Tropez- hasta la última -Villafrance sur Mer- no estaríamos más que tres horas en carretera; claro que esa no es nuestra ida, nuestro viaje tiene siete escalas, siete pueblos como siete maravillas y alguno más de paso que no te puedes perder.
1- Saint Tropez
Destino turístico glamouroso y exclusivo por excelencia, la culpa es Brigitte Bardot y la película ‘Y Dios creó a la mujer’, desde su estreno esta localidad comenzó a atraer a lo más granado de la sociedad francesa, europea y hasta mundial convirtiéndose en uno de los destinos más glamourosos y exclusivos del mundo (lo sigue siendo… y no, no es barato).
2- Fréjus
Es un pueblo medieval y recorrer su casco histórico es como viajar en el tiempo, especialmente cuando llegas al conjunto arquitectónico que conforman la catedral del S.XI, el baptisterio, el claustro y el palacio episcopal.
3- Cannes
A Cannes vamos porque nos gusta el cine y también porque desde aquí resulta fácil moverse tierra adentro para descubrir Grasse, capital mundial del perfume, la tierra en la que nació, entre otros muchos, el mítico Chanel n5, también a Mougines, un pueblo cuyo nombre cabe que te resulte familiar si eres un conocedor de la vida y obra de Picasso, aquí residió los últimos 12 años de su vida pero, además, este pueblo fue testigo de su romance con la fotógrafa Dora Maar.
4- Antibes
Cuentan que Antibes era uno de los pueblos que frecuentaba Picasso cuando vivía en Moungines, de hecho en esta localidad encontrarás su museo y no es el único, encontrarás otros museos interesantes además de una bella catedral, las murallas de Vauvan y las torres sarracenas de la época medieval.
5- Cagnes sur Mer
Aquí descubrirás los maravillosos paisajes que cautivaron a Renoir hasta el punto que el pintor francés se trasladó a vivir a esta localidad con su familia y allí se instalaron durante más de 10 años, la que fuera su casa es hoy el museo que lleva su nombre, de visita obligada en la localidad como lo es también su playa de más de 3 kilómetros y el castillo de los Grimaldi del SXIV en lo alto de la colina.
Desde aquí resulta fácil acercarse a Saint Paul de Vence, localidad famosa por su comunidad artística (la frecuentaron pintores como Picasso y Matisse).
6- Niza
Niza pasa por ser la capital de la Costa Azul a pesar de estar ya a tan sólo 30 kilómetros de la frontera con Italia, claro que hablamos de un rincón idílico y único en el mundo, entre los Alpes y el Mediterráneo; recorrer el casco histórico de Niza es algo que no podrás evitar, tampoco perderte en sus 7 kilómetros de playas. Atención también a los museos, además la mayor parte de ellos son gratuitos.
Desde Niza no tardarás en acaercarte a Eze, un pequeño pueblo que te encantará por sus calles empedradas y su estilo medieval tan bien conservado además de sus magníficas vistas del Mediterráneo.
7- Villafranche sur Mer
Es un pequeño pueblo de pescadores ajeno a la pompa y el boato de otros pueblos de la Costa Azul pero igualmente, sino más, bello y encantador. Y si quieres ir un poco más allá y descubrir uno de los últimos pueblos de la Costa Azul (tanto es así que hubo un tiempo en el que fue italiano y es, por su aspecto, similar a los coloridos pueblos de Cinque Terre, puedes acercarte a Menton; cuentan que tanto Villafranche sur Mer como Menton eran los rincones favoritos del mundo de Jean Cocteau y algo habrá de cierto en ello porque en Menton encontrarás un museo dedicado a su vida y su obra.