El país de los molinos y los tulipanes
Holanda es uno de los países más bonitos de Europa y gran parte de su belleza se debe a sus pueblos pintorescos llenos de molinos y tulipanes. Te hablamos de los mejores.
Es difícil recorrer Holanda y encontrarse con un lugar ante el que no te sientas obligado a parar para admirarlo. Holanda es un país maravilloso y cada uno de sus rincones es mágico. Sus canales, sus molinos de viento y sus tulipanes son símbolos del país, algo normal porque contribuyen en gran medida en el hecho de que Holanda sea un lugar tan hermoso. No solo Ámsterdam merece una visita, también lo hacen todos los demás pequeños y grandes pueblos que parecen pintados. Y de entre todos esos pueblos y siendo conscientes de que podríamos haberlos escogido todos, hemos elaborado una lista con los 5 más bonitos. Estos son los que no te puedes perder.
Giethoom
A este pueblecito de apenas 2500 habitantes se le conoce como la Venecia del Norte y no es de extrañar puesto que tiene canales en lugar de carreteras y por tanto, está prohibida la circulación de coches. Se puede acceder a esta bonita localidad en bicicleta o en canoa pero también se puede recorrer caminando gracias a los más de 170 puentes que llevan de un lado al otro de los canales. Además, muchas de las casitas, algunas preciosas gracias a sus tejados de paja, se encuentran en pequeñas islas a las que solo se puede llegar a través de estos puentes. Sin duda, Giethoom te va a enamorar.
Harlingen
Aunque suele ser un lugar de paso, esta bella localidad bañada por el mar Wadden merece una visita por sí misma. Se trata de un magnífico pueblo pesquero que cuenta con un puerto que se adentra en sus calles, un antiguo faro que actualmente es un hotel y unos cuantos edificios históricos. Además, es un lugar con mucha historia: en el año 800 se creó un enclave vikingo en el lugar.
Alkmaar
Aunque es conocida como ‘la ciudad del queso’ y uno de sus mayores atractivos es el museo del mismo, Alkmaar no es solo una delicia para el paladar sino que lo es en sí misma. Tiene un casco histórico repleto de monumentos y cuenta con el Museo de la Cerveza y con un museo en honor a The Beatles. Pero lo mejor que tiene son sus casitas pintorescas, sus canales y sus molinos tan típicos del país. De entre ellos, el más conocido es el Molino Van Piet, un molino clásico construido en 1769.
Lisse
Su mayor y principal atractivo es el parque Keukenhof, pero te aseguramos que será capaz de cautivarte en cuanto se ponga ante tus ojos. Solo se puede visitar durante dos meses al año, pero se trata de uno de los parques florales más alucinantes de toda Europa. Así, jacintos, narcisos, tulipantes, orquídeas, rosas y otras plantas que crean flor lucen su belleza y enamorar con su olor a los curiosos que se acercan a admirarlas. No lo dudes, es uno de las visitas obligatorias durante una estancia en los Países Bajos.
Volendam
De este pueblecito a 20km de Ámsterdam destaca todo y nada en particular. Lo mejor que puedes hacer es callejear sin rumbo por él y dejarte impresionar por su paseo marítimo y su puerto. Además, si tienes suerte te encontrarás a algún holandés vestido con un traje tradicional típico de allí. Pero tranquilo, si tú también quieres vestirlo hay tiendecitas que lo alquilan para que puedas sacarte una foto vestido de local.