FRANCIA
Viajamos a Francia para visitar uno de los puentes más curiosos que podemos encontrar en el país: el Puente de Aviñón. ¡Conocemos su historia!
Es el momento perfecto para poner rumbo a Francia, donde encontramos un puente verdaderamente sorprendente que recibe el nombre de Puente de Aviñón. También conocido como Pont St-Bénézet, se trata de una construcción medieval que une Aviñón con Villeneuve-lès-Avignon, en la zona sur de Francia.
En la actualidad está prácticamente en ruinas, aunque queda en pie una pequeña parte de aquella estructura tan imponente. Lo cierto es que, debido a su historia, es considerado como Patrimonio de la Humanidad desde 1995. Se trata de una construcción en la que queda reflejado el enorme desarrollo que hubo en la zona en el siglo XII. Además, sirvió de inspiración para una de las canciones más conocidas en Francia: ‘Sur le pont d’Avignon’.
El Puente de Aviñón, a través de su historia
Para comenzar, debemos tener presente una leyenda que está muy arraigada a la historia del origen de este puente. Al parecer, su construcción fue inspirada por nada más y nada menos que San Bénézet (de ahí su otro nombre). Se trataba de un joven pastor de la zona, al que los ángeles ordenaron construir un puente sobre el río.
En un primer instante, este niño fue ridiculizado. Motivo por el cual, él demostró que decía la verdad alzando un enorme bloque de piedra milagrosamente. Gracias a esto, obtuvo el apoyo que necesitaba por parte de los mecenas. De ahí que se creara una Hermandad del Puente para poder llevar a cabo esta construcción.
De hecho, tras la muerte de San Bénézet, se decidió enterrarlo en ese mismo puente, en una pequeña capilla que se encuentra en una de las pilastras que sobrevivieron al paso del tiempo. Este puente, cuyo objetivo era cruzar el río Ródano, se construyó entre los años 1171 y 1185, con una longitud de casi 900 metros.
Sobre esas pilastras de piedra que pertenecían a un antiguo puente romano se decidió construir, en primer lugar, un puente de madera. Éste quedó completamente destruido en 1226, durante el asedio del bando francés en plena cruzada albigense. Hubo de ser reconstruido en varias ocasiones, y ya utilizando la piedra como material. Y es que el puente se derrumbaba por diversos enfrentamientos bélicos, pero también por las crecidas del río.
Esto provocaba que el puente fuera cada vez más peligroso, ya que los arcos se iban derrumbando con el paso del tiempo. Finalmente, tras la histórica crecida del río Ródano en el año 1660, el puente quedó tal y como lo conocemos en la actualidad. No solamente quedó abandonado, sino que dejaron de interesarse en restaurarlo.
Debemos tener en cuenta que el Puente de Aviñón, durante muchos siglos, tuvo una gran importancia a nivel estratégico. Entre otras cuestiones, porque era el único puente fijo que cruzaba este río entre el mar Mediterráneo y la ciudad de Lyon. Además, era la única manera que existía de cruzar el Comtat Venaissin, un territorio controlado por los Reyes de Francia y el Papa.
En la actualidad, tan solo quedan cuatro arcos de los veintidós que llegó a tener este Puente. Sobre uno de ellos está esa capilla románica en la que se encuentran los restos mortales de San Bénézet pero, a su vez, está dedicada a San Nicolás, considerado como el patrón de los marineros del Ródano. En un principio se utilizaba para rezar pero, al ser conscientes de la peligrosidad, en el siglo XVIII se decidió erigir una nueva capilla en tierra firme al pie del puente.