Descubriendo Chile
Una carretera de 1240 kilómetros de longitud conecta la parte sur del país, asfaltada en algunos tramos, y en otros es poco más que un camino de tierra. Este singular ejemplo de ingeniería pública es uno de los grandes atractivos del país andino.
Son innumerables los elementos y aspectos que hacen impresionante la Carretera Austral, y quienes hayan pasado por ella sabrán que es imposible elegir uno solo. El trazado de esta carretera atraviesa todo tipo de accidentes geográficos existentes, desde bosques hasta fiordos, pasando por volcanes, y no le faltan las curvas bien pronunciadas.
Los primeros pasos hacia la construcción de esta carismática ruta se dieron entre 1946 y 1973, aunque el desarrollo del proyecto no fue demasiado. Será a partir de 1976, bajo la dictadura militar de Augusto Pinochet, cuando se impulse su construcción. De hecho, los encargados de desempeñar esta labor de obra pública fue el Cuerpo Militar del Trabajo, que dependía del ejército chileno.
Actualmente el recorrido conecta Puerto Montt con Villa O'Higgins, aunque se espera que en el futuro llegue hasta Puerto Williams. Lo bonito y especial de que una carretera unos puntos tan recónditos de un país es que a lo largo de su recorrido encontraremos parajes completamente inesperados.
A pesar de las características técnicas de esta carretera, que a veces presenta tramos pavimentados y otras, tramos de ripio, podemos recorrerla con un coche normal y por supuesto en bicicleta. Lo que está claro es que desde el primero momento estaremos parando para poder observar la belleza del entorno.
Comenzando nuestra conducción por la Carretera Austral desde Puerto Montt, lo primero que nos encontraremos será el Parque Nacional Alerce Andino. Estaremos inmersos en un bosque de alerces, y que en algunos casos llegan a alcanzar una altura superior a 40 metros. Es el hábitat de especies como el pudu, el monito del monte, pumas, güiñas, o chingues, entre otras.
El Parque Nacional Pumalín Douglas Tompkins que va desde el corazón de Los Andes hasta los fiordos de la Costa del Pacífico. Casi toda la extensión del parque es bosque templado lluvioso. El parque fue declarado Santuario de la Naturaleza, y es un bellísimo lugar para practicar deportes de aventura como trekking o descender los ríos en canoa. Además, podremos disfrutar de los impresionantes fiordos.
Otro de los grandes tractivos es el río Palema, navegable desde la cordillera hasta el mar, además cuenta con numerosas playas fluviales que nada envidian las marítimas. Podemos aventurarnos y navegar hasta hacia los islotes Las Hermanas. En este río habitan gran número de lobos marinos y de aves, que anidan.
Esta carretera no hará más que sorprendernos, en Puyuhuapi nos recibirán sus reconfortantes aguas termales, ideales para cargar las pilas antes de volver ponernos en marcha por esta ruta escénica. Coyhaique y Puerto y Aysén están en plena Patagonia, poco a poco nos vamos acercando al sur del país y a sus glaciares. De hecho, están los campos de Hielo Norte, la tercera mayor extensión de hielos del mundo, que nos invita a adentrarnos en un mundo de hielo.
A golpe de motor y perseverancia continuamos con nuestro viaje por la Carretera Austral. El lago General Carrera es otra de las paradas indispensables y que hacen tan impresionante esta carretera. Es el lago más grande de Chile, casi se confunde con un océano. Sus aguas son de un turquesa intenso, que podremos navegar y deleitarnos más aún con el paisaje.
Pero el trazado de la Carretera Austral no termina aquí continúa cientos de kilómetros hacia el sur. ¿Te atreves a seguir descurbiéndola?