ÁFRICA
Tanzania es un paraíso para los amantes de la fauna salvaje... pero también para quienes se mueren por una playa paradisíaca.
Tanzania es visitada, sobretodo, por sus parques naturales y las reservas en las que hacer safaris y ver animales libres en su hábitat natural. Cebras, leones, leopardos, ñús, rinocerontes, elefantes etcétera. Pero este país africano es más que eso, en realidad. Por ejemplo, puedes ir a Tanzania y hacer trekking por el Kilimanjaro, la montaña más alta de toda África. Desde abajo hasta la cima, en una aventura que te llevará más de una semana, o en una excursión guiada de un solo día en la que subirás hasta algún refugio a más de 2000 metros de altitud pero que, de igual modo, merecerá la pena.
Además, puedes acercarte a conocer alguna tribu, cuyos integrantes te enseñarán alegre y amablemente sus costumbres y forma de vivir. Con los Hadza, que llevan más de 10.000 años viviendo en Tanzania, podrás irte de caza. Te enseñarán a usar sus arcos y te mostrarán el dominio que tienen ellos. Verás cómo hacen fuego con palos y cómo las mujeres recolectan frutas. Podrás jugar con los niños y comprar algunas de las artesanías que sus madres hacen a mano. Toda una experiencia que nunca olvidarás.
Otra de las cosas que puedes hacer en Tanzania es subir a una colina y ver el atardecer con vistas al lago Eyasi. El lago alrededor del cual viven los integrantes de la tribu de la que vamos a hablar, así como los de alguna otra. Debes saber que Tanzania tiene también costa, e islas paradisiacas. Así que no puedes irte sin pasar por Zanzíbar, bañarte en sus playas de arena blanca, descansar bajo sus palmeras o bucear entre delfines.
Y es que por si no lo sabías, puedes contratar un tour que te llevará mar adentro y gracias al que podrás sumergirte en el Índico y ver bien de cerca un arrecife de coral, tortugas marinas, peces león o rayas entre otras muchas especies animales.
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