Colinas del prosecco
Conegliano y Valdobbiadene son un grupo de colinas ubicadas en la provincia de Treviso , en el Véneto. Se caracterizan por ser la zona vitivinícola donde se produce el famoso vino Prosecco di Conegliano-Valdobbiadene.
Situadas al nordeste de Italia, componen un paisaje de viñedos en los que se produce el vino “prosecco”. Este paraje vitícola se caracteriza por sus colinas abruptas, sus frondosos bosques y le tierras de labranza. Otro de los aspectos que hace especial este paisaje es una peculiar formación geológica conocida como hogback, la creación de cerros con una cresta angosta y pendientes pronunciadas a ambos lados, que se intercalan con pequeños valles paralelos.
Lo que más llama la atención es el sistema de cultivo en terrazas, que empieza a surgir en el siglo XVII, y se conoce como ciglioni. Desde entonces se ha ido formando este paraje tan especial que ha sido moldeado y adaptado por el hombre ara el cultivo vinícola.
Esta intervención humana ha dado lugar a un paisaje de tablero de ajedrez, consistente en viñas alineadas paralelamente y situadas en posición vertical con respecto a la pendiente de las colinas. En el siglo XIX, debido a la técnica de cultivo de bellussera, una técnica de emparrado, las características estéticas del paisaje cobraron más relevancia.
Pero para aumentar la extensión de la experiencia podemos hacer rutas por los pueblos de esta zona. Así, en la Carretera del Prosecco, encontraremos un itinerario enoturístico de 90 kilómetros que podemos recorrer en coche, a pie o en bicicleta, catando deliciosos vinos, degustando quesos o embutidos locales.
En estos 90 kilómetros se halla Collabrigo, un pueblo con vistas espectaculares de las colinas Rua de San Pietro di Feletto. Cuenta con su monasterio camaldulense del siglo XVII, y San Pietro di Feletto una parroquia románica del siglo XII.
Otro de los municipios es Refrontolo que alberga una un antiguo molino de agua, Molinetto della Croda, que sigue funcionando y ha sido reconvertido en museo.
El pueblo de Follina, es considerado uno de los más bellos de Italia, donde se encuentra la Abadía de Santa María (Abbazia di Santa Maria), cuya fachada es uno de los mejores ejemplos del gótico cisterciense en el Véneto y la luz entra por cuatro ventanas de lanza góticas.
Subiendo hacia Farra di Soligolas, notaremos que las colinas se vuelven más empinadas. Aquí destacan las tres Torres de Credazzo, que son los restos de un castillo destruido por los lombardos, y la chiesetta di San Martino.
A lo largo de la Carretera del Prosecco seguiremos descubriendo pueblecitos con mucho encanto e historia, así como con una gastronomía deliciosa. Esta combinación de naturaleza, cultura, enoturismo, belleza rural y tradición han provocado que en la cuadragésima tercera reunión de la UNESCO, se declarasen las colinas de Conegliano y Valdobbiadene Patrimonio de la Humanidad.