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ARQUITECTURA Y DISEÑO EN UNA FINCA VINÍCOLA

Un refugio en el corazón del Duero

La Quinta de Casaldronho, en el corazón de la región del Duero, no es solo un hermoso hotel boutique de diseño. Además, cuenta con unas magníficas vistas sobre el río y el valle de Peso da Régua, lo que lo convierte en un destino único para una escapada a Portugal.
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La bellísima región del Duero cambia de color según la temporada. En primavera, el blanco de los almendros en flor y el violeta se mezclan con las hojas verdes. En otoño, todo se cubre de marrón y cobre. Una región de contrastes, de aguas brillantes, con arroyos que serpentean dando vida a su paso.

Tres áreas naturales de visita imprescindible se dividen el territorio: el Parque Natural Douro Internacional, el Parque Natural de Alvão y el Paisaje Protegido de Albufeira do Azibo. A un paso de ellas, en plena naturaleza, se encuentra la Quinta de Casaldronho Wine Hotel, un lugar perfecto para descansar y perderse por unos días.

Ideal para una escapada en pareja, está ubicado en una propiedad con viñedos que producen 100 barriles anuales, en una finca rodeada de bosque, olivos, huertos, senderos, fuentes y depósitos de agua. Un entorno único de serenidad y de paz perfecto para dar paseos románticos al atardecer.

A orillas del río Duero, en la región de Lamego, este hotel combina el minimalismo de vanguardia con el diseño más contemporáneo y elementos típicos de la zona, así como materiales asociados a la producción de vino como el corcho. Arquitectura rompedora para un hotel rural de primera clase.

No dejes de tomar el sol en su original piscina exterior. O de tomar algo en el restaurante Egas Moniz, donde se sirven productos frescos de la tierra y el mar, en ricos platos de la cocina tradicional portuguesa. Además, en su bar VistaDouro puedes degustar los vinos y licores de la región con el valle del Duero como telón de fondo.

Con 20 habitaciones (18 habitaciones dobles y 2 suites?, todas con vistas privilegiadas del Valle del Duero, se encuentra muy cerca del centro de la histórica ciudad de Lamego, donde casi todas los calles conducen a una iglesia, un museo o un monumento.

En un paisaje de verdes colinas cubiertas de viñas y de campos, esta pequeña ciudad posee ricas casas burguesas de los siglos XVI y XVIII. Allí hay que pasear por el casco antiguo y sumergirse en la cultura y la tradición de la región. Además de su antiguo castillo de la época medieval en lo alto de una de sus dos colinas, destacan la torre del Homenaje del siglo XIII y, fuera de sus murallas, la iglesia románica de Almacave.

En la otra colina, el monte de São Estevão, no hay que dejar de ver el santuario dedicado a Nuestra Señora de los Remedios, uno de los edificios más espectaculares de Lamego, flanqueado por torres de campanario gemelas, cientos de escaleras zigzagueantes decoradas con frisos de azulejos y un jardín maravilloso. Un santuario famoso por ser un lugar de peregrinación anual a  principios de septiembre.

Tampoco debes perderte la Catedral, cuyos frescos, el claustro con sus dos capillas y las tres portadas están catalogadas como Tesoros de Portugal, ni el espléndido museo de tapices y arte sacro en el fabuloso palacio episcopal.

La Quinta Casaldronho fue propiedad de Egas Moniz, servidor del primer rey de Portugal, Afonso Henriques. En el año 1885, Alódio Teixeira Santos adquirió la propiedad, que ha permanecido desde hace cuatro generaciones en su familia.

Casaldronho es un placer para los sentidos, un hotel en plena naturaleza en un lugar donde los viñedos han ganado terreno al entorno y donde la producción del vino es una parte fundamental de su cultura. Si buscas un rincón tranquilo, para unos días de lujo, aquí tienes la mejor opción.

Más información:
La Quinta de Casaldronho